Es importante buscar el lado positivo de las cosas. Siempre. Incluso en situaciones complicadas como la actual pandemia, que ha vuelto del revés el mundo que conocíamos. Y es que de todas las experiencias que nos toca vivir a lo largo de nuestra vida, siempre se puede hacer una lectura en positivo. “Si sentiste algo de alivio cuando se declaró el estado de alarma el año pasado y nos mandaron quedarnos en casa, no te sientas mal. Muchas fueron las personas que sintieron que se quitaban un peso de encima y que podían respirar hondo cuando nos anunciaron que la vida se ponía en pausa por un tiempo”, nos cuenta Ixi Ávila, coach de Inteligencia Emocional.
“Vivimos en la cultura de la prisa y los seres humanos no podemos estar constantemente funcionando al máximo nivel de productividad. Sin embargo, el mensaje que nos llega es que siempre tenemos que hacer más, producir más, aprovechar cada segundo del día y no parar. Cuando seguimos forzándonos para alcanzar las expectativas culturales, acabamos sufriendo las consecuencias y el ‘no parar’ acaba pasándonos factura, afectando nuestra salud”, nos detalla la experta, que ha querido compartir con nosotros que a pesar de todo el dolor y el sufrimiento que ha generado y sigue generando la Covid-19, y que por supuesto que no podemos olvidar, hay algunos aspectos positivos que podemos encontrar en este año de crisis. Nos los resume en cuatro.
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1. Ralentizar el ritmo
En primer lugar, la cuarentena obligada permitió que muchas personas se dieran, por fin, un merecido respiro y que se permitieran parar sin culpabilidad o remordimientos. Vivimos demasiado deprisa, es un hecho. Por eso, este paréntesis en sí es muy sanador, y sería bueno que empezáramos a entender, a raíz de esta pausa, que el descanso y las temporadas de parada y cierto retiro son necesarias, no solo marcadas por obligación, para cuidar tanto nuestra salud mental como física.
2. Priorizar lo importante
En segundo lugar, en opinión de la experta, la parada sirvió como un momento de reflexión para darnos cuenta de lo que es realmente importante, de todas las cosas que dábamos por hecho y que ahora valoramos mucho más. La cuarentena fue un momento en el que muchas personas se replantearon sus vidas. Ahora somos más conscientes de que la vida es efímera y es importante cuidar lo que nos importa. Además, con las restricciones que hay en este momento, estamos aprendiendo a priorizar, y como no podemos decir que sí a todo, estamos parándonos a evaluar más a menudo qué es lo prioritario en nuestras vidas.
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3. Aumento de la creatividad
Se habla de la nueva normalidad porque ahora sabemos que muchos aspectos de la vida han cambiado permanentemente... y no sabemos cuándo volverán a ser como eran antes de marzo de 2020. Lo pudimos ver durante el confinamiento, cuando muchas personas sacaron su lado más creativo: tocando canciones en los balcones, cocinando, pintando… Y es que en tiempos de crisis tenemos la oportunidad de cambiar lo que antes no funcionaba. "En este momento tenemos una oportunidad para reinventar la realidad y creo que la creatividad nos puede ayudar", comenta la especialista.
4. Descubrir que somos resilientes
En cada momento de adversidad, descubrimos nuestra resiliencia, una palabra que hemos escuchado pronunciar muchas veces a lo largo de los últimos meses. Es muy importante que en este momento nos centremos en lo que podemos hacer en vez de en lo que no está en nuestras manos. Así, en opinión de la experta es importante que dediquemos tiempo a cultivar la auto-compasión, que prioricemos la salud mental -tan olvidada en muchas ocasiones-, que nos cuidemos para poder recuperarnos lo antes posible y que desde ahí, recuperados y fortalecidos, podamos construir una realidad mejor. ¡Toca ponerse manos a la obra!
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Aprovechar los momentos de crisis
La clave está en tener la capacidad de sacar un aprendizaje de estas situaciones complejas a las que, casi con seguridad, tenemos que enfrentarnos a lo largo de nuestra vida. Cierto es que esta está afectando a los cimientos de nuestra sociedad, pero no es una excepción. “Ojalá dentro de unos años podamos mirar para atrás como sociedad y darnos cuenta de todo lo que aprendimos gracias a la crisis, igual que cuando a nivel individual miras para atrás a los momentos de más adversidad de tu vida y te das cuenta de todo lo que te enseñaron”, concluye Ixi Ávila.