‘La primavera, la sangre altera’. Un dicho popular que seguro que conoces y que hace referencia a cómo en esta época, el amor está, más que nunca, en el aire. Por eso, hemos querido preguntarnos sobre los distintos tipos de amor que podemos encontrarnos, según los psicólogos. “El amor como tal es un sentimiento con unas características muy concretas; muy resumidamente, podríamos decir que se traduce en buscar el bien sobre el elemento amado. Alrededor del amor existen muchos sistemas que hacen que esa 'traducción' del amor se manifieste de forma diferente. El tipo de vínculo que se va creando es único en cada relación y depende del sistema emocional de cada uno, de qué forma aprendieron a recibir el amor en casa, del tipo de referentes y modelos que hayan visto, de la propia experiencia que han tenido al amar y ser amados en relaciones anteriores”, nos anticipa la doctora Laura Portencasa, de Mundopsicologos, dando pistas sobre las múltiples variedades de amor que podemos encontrarnos, casi tantas como parejas.
“Las relaciones son tan complejas que es fácil perderse y no saber distinguir entre lo que es amor y lo que se disfraza de amor. Quedémonos con que el amor es buscar el bien propio y el de otros y que existen muchas formas de hacerlo, de expresar ese amor. Y eso va a depender de los factores personales y vitales de cada uno, y estos a su vez, serán los responsables de establecer un vínculo determinado”, añade la experta.
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Distintos tipos
Pero, aun así, queremos ahondar en esos distintos tipos de amor que existen, desde el punto de vista de la psicología. “Sternberg, uno de los principales referentes de la psicología estadounidense, desarrolló una teoría clasificando los distintos tipos de amor según tres características. Sternberg llegó a la conclusión de que en el amor, existen tres elementos fundamentales: pasión, intimidad y compromiso. Las relaciones que tuviesen estos tres elementos de forma equilibrada serían relaciones completas y enriquecedoras. Sin embargo, en la vida, nos encontramos muchas relaciones donde no están presentes los tres elementos o si lo están, son de forma muy desproporcionada unos de otros”, nos cuenta la psicóloga, que nos detalla, según esta clasificación, cuáles serían los 7 tipos de amor y, por consiguiente, de relación que se puede crear según Sternberg:
-Solo existe el elemento de la intimidad: cariño.
-Intimidad + Compromiso: amor sociable.
-Compromiso: Amor vacío
-Compromiso + Pasión: Amor fatuo.
-Pasión: Encaprichamiento.
-Pasión + Intimidad: amor romántico.
-Pasión + Intimidad + Compromiso: Amor consumado.
Solo existe el elemento de la intimidad: cariño
En este caso concreto, tal y como nos cuenta la psicóloga, hablamos de parejas donde existe, por encima de todo, mucha confianza. Tanto es así, que tienen una relación casi de mejores amigos, muy parecida a las relaciones familiares, es decir, de aquellas que podríamos definir como más fraternales. Y es que, como vemos, solo encontramos uno de los elementos fundamentales que se definen en esta clasificación.
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Intimidad + Compromiso: amor sociable
La experta nos detalla que son parejas que están juntas porque tienen cimientos sólidos que las mantienen unidas, tal vez unos hijos, hipoteca o negocio en común y también se llevan bien, tiene una relación de amistad y suelen compartir amigos y mundo, pero les falta atracción química, la pasión y la chispa ha desaparecido. Este tipo de relación suele ser estable y mantenerse en el tiempo, de hecho, es muy común que, con el paso de los años, se desarrolle este tipo de relación.
Compromiso: Amor vacío
Como decíamos, hay casi tantos tipos de amor como parejas. Y en este caso, nos encontramos con que suelen ser parejas que están juntas por motivos externos a ellos, es decir, por mantener un estatus, no romper la familia… etc. Lo que podríamos clasificar como excusas que hacen que la pareja se mantenga a flote. Pero eso no siempre es sano. Los miembros de la pareja no suelen sentirse muy enriquecidos con la relación y es común que empiecen a hacer vidas separadas o incluso tengan una doble vida.
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Compromiso + Pasión: Amor fatuo
Son relaciones donde existe mucha atracción y tal vez se ha establecido un compromiso para con el otro demasiado pronto sin dar tiempo a que la intimidad entre ambos vaya creciendo. Este tipo de relación es muy típica de los adolescentes y gente joven, que idealizan el amor de las películas y van demasiado deprisa sin respetar los tiempos naturales que lleva establecer un vínculo con alguien. Suelen ser relaciones endebles, en cuanto aparecen problemas se rompen porque no tienen una estructura que les permite compartir y sobrellevarlos conjuntamente.
Pasión: Encaprichamiento
Es lo que solemos conocer como una pequeña “obsesión”, que nos lleva a querer estar todo el tiempo cerca de la persona de la que nos hemos enamorado, y compartir piel con piel. Estamos, podríamos añadir, ante un caso que es muy típico de los llamados amores de una noche o de verano, en los que si no se desarrolla y profundiza más, una vez satisfecha la pasión, la relación dejará de tener sentido y se disolverá.
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Pasión + Intimidad: amor romántico
Puro romanticismo. Son estas relaciones donde hay una gran atracción y también existe el compañerismo, pero lo que hay que plantearse es que tal vez necesiten más tiempo para elaborar un compromiso o simplemente se queden en relaciones bonitas pero cortas. ¿El motivo? Sin compromiso es difícil asumir posibles crisis y superarlas con éxito. Faltarfía uno de los tres pilares fundamentales que nos llevan hacia una relación a la que todos aspiramos en algún momento.
Pasión + Intimidad + Compromiso: Amor Consumado
Y llegamos al tipo de amor en el que confluyen los tres elementos fundamentales, pasión, intimidad y compromiso. Según esta clasificación, este es el tipo de relación a la que debemos aspirar, donde podemos enriquecernos y desarrollarnos a partir de la relación puesto que existen todos los elementos para que podamos vivir el amor desde una conexión sincera y real.
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¿Hay tipos de amor mejores que otros?
Cuando le planteamos esta duda a la psicóloga, nos dice que podríamos decir que existen vínculos más saludables que otros. “En el momento en el que una relación deja de ser buena y positiva para los miembros de la pareja, es muy posible que se esté “mal” entendiendo el amor. Por amor podemos justificar muchas cosas, y es bastante paradójico que muchas de las cosas que se hacen por amor suelen ser gestos o actos contrarios al amor. ‘Soy celoso porque te quiero y me importas’, eso no es amor, eso es creer que de alguna forma el otro te pertenece. Por eso decía al principio del artículo que el amor es, de forma muy generalizada, buscar el bien. Si tenemos esa brújula podremos identificar fácilmente qué es amor y qué no lo es”, nos detalla.
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¿Es posible vivir sin amor?
Todos necesitamos amor. “El amor es una necesidad básica y vital del ser humano. La falta de amor está directamente relacionada con la enfermedad.
Ahora, sí es posible vivir sin el amor de pareja, lo importante es que exista el amor en tu vida, que puedas recibirlo de alguna forma y también darlo. Ya sea a través de la familia, las amistades o incluso una mascota”, nos cuenta la experta, que explica que afortunadamente el amor puede surgir y desarrollarse en cualquier parte y tiene más que ver con lo que damos que con lo que recibimos, porque al dar ya estamos recibiendo muchas cosas. “De ahí que la gente que hace voluntariados no lo hace solo por ayudar a los demás, lo hacen porque también reciben a través de esa ayuda. Se puede desarrollar amor a través de una pasión, de un estilo de vida. Lo que, sí es importante, es que de una forma o de otra sintamos que el amor existe en nuestras vidas y que somos merecedores de recibirlo y disfrutarlo”, nos cuenta.
¿Existe el amor para siempre?
Cada vez somos más descreídos al respecto. Se rompen parejas que nunca pensábamos que lo harían, tanto conocidas como en nuestro entorno. Pero también las hay que se mantienen, con el paso de los años. “El amor para siempre, centrándome en el amor de pareja, es un concepto muy bonito y que puede ocurrir. Siendo realistas, no es fácil de conseguir y dentro de las relaciones que han estado toda la vida juntas, habría que ver cuántas de esas relaciones son realmente saludables y positivas para ambos miembros. Yo no creo en un amor de ‘aguantar’, de perdonar y aceptar incondicionalmente, no creo en ello porque en el amor de pareja es indispensable el que exista el amor propio. No se puede amar a alguien a costa de dejarte de amar a uno mismo, es decir de no tener en cuenta nuestras propias necesidades”, nos cuenta la psicóloga, que añade que muchas personas crecen con la idea del amor para toda la vida, y cuando viven una relación sienten que si se acaba es como si fuera un fracaso. Esto hace mucho daño, porque a veces mantenemos situaciones que no deberíamos en nombre de esta idea tan bonita del amor para toda la vida.
“El amor para toda la vida es un amor que nos ha de enriquecer y sumar toda la vida, esto puede existir, pero requiere de mucho trabajo y esfuerzo, de una gran conciencia interior y mucha inteligencia emocional. Aun así, mantengo que el sentido del amor no es que dure toda la vida, es que podamos crecer y desarrollarnos como personas a través de esa relación, es que podamos ser mejores personas gracias a ese aprendizaje. En el momento en el que esa relación ya no suma, está bien que termine y que nos podamos permitir la oportunidad de volver a vivir otra relación. Y eso, en ningún caso es un fracaso o es que algo esté mal, es simplemente, que ya hemos aprendido lo que teníamos que aprender de esa relación y es momento de soltar”, concluye.
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