Los riñones cumplen una función esencial en nuestro organismo, la de eliminar los desechos y líquidos. Quizá no les prestamos atención y solo reparamos en ellos cuando aparece la enfermedad. Pero en días como hoy, Día Mundial del Riñón, aprovechamos para recordar aquellos hábitos saludables que nos ayudan a preservar una buena salud renal. Y la dieta sana, por ejemplo, es uno de los factores más importantes cuando aún no sufrimos una patología. Incluso cuando existe un problema de riñón, la correcta alimentación también es parte del tratamiento. Tal como afirma el doctor Manuel Angoso, nefrólogo y responsable de la Unidad de Chequeos de Vithas Valencia 9 de Octubre, para cuidar la salud de los riñones hay que apostar por "una dieta baja en sal y en proteínas animales, así como evitar alimentos procesados y enlatados que contengan sal".
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Por su parte, el doctor José Luis Neyro, ginecólogo del Hospital de Cruces, en Bilbao, la dieta en los enfermos renales crónicos debe ser cuidadosamente individualizada, porque cada paciente es un mundo y la cantidad de proteínas y el tipo de las mismas que cada cuál debe consumir debe ser valorado meticulosamente por el nefrólogo que lleva el control de su enfermedad. Esto tiene menos importancia en el paciente trasplantado con éxito, pero es crucial en el el que está en diálisis. Por tanto, no hay normas generales en este sentido", señala.
Pero, como decíamos, un estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de enfermedad renal. Estos son los consejos de los expertos.
Sal, la justa
No pasa nada por que eches una pizca de sal a tus platos favoritos (solo una pizquita) de vez en cuando. El problema para tus riñones viene cuando los saturas. Cuando tomas más de una cucharadita de sal al día estás obligando a los riñones a trabajar más. También aumentas el riesgo de hipertensión, que supone una carga más para tu salud renal. Acostúmbrate a condimentar con otros aderezos más saludables como las especias.
Bebe agua e infusiones
Es necesario beber entre un litro y medio y dos de agua al día. No es necesario que te centres solo en acabarte la botella de agua mineral. Puedes combinarlo con infusiones pero evita los refrescos.
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Haz ejercicio
Es básico para la salud renal. Es más, los expertos aseguran que el ejercicio físico es otro de los pilares fundamentales para reducir el riesgo de cáncer renal, junto a no fumar, no beber alcohol y evitar la hipertensión. Según la Coalición Internacional del Cáncer Renal (IKCC, por sus siglas en inglés) un estilo de vida activo puede reducir el riesgo de padecer cáncer de riñón hasta en un 22%.
El apio, un aliado
Ningún alimento es curativo por sí solo, ni cuenta con propiedades mágicas. Pero sí los hay que te ayuda a la función depurativa del organismo. Es el caso, por ejemplo, del apio. Es un alimento diurético y con un bajo aporte calórico, con lo que se pueden convertir en un buen tentempié cuando tengas la tentación de comer entre horas.
Los caldos, cenas más ligeras
Con el propósito de tomar más líquido, ya que ayudas a la función diurética del cuerpo, y eso 'aligera' el trabajo de los riñones, puedes optar por tomar caldos saludables, bajos en grasa como parte de tu menú saludable. Eso sí, si los cenas, intenta no acostarte de inmediato, o su efecto diurético te puede despertar más de lo debido.
Cuidado con las proteínas
Si nuestra dieta es equilibrada, no tenemos por qué preocuparnos por la cantidad de proteínas que consumamos, porque, probablemente, no va a suponer un problema para nuestros riñones. Pero hay que tener cuidado con esas dietas 'milagro' que se basan en un exceso de estas sustancias, ya que a la larga podrían suponer un riesgo para la salud renal.
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Plantas que ayudan
Extractos de plantas como alcachofa, té verde, diente de león… que ayudan al cuerpo a eliminar toxinas y a deshincharse, en el caso de sufrir retención de líquidos. Dan soporte al buen funcionamiento del hígado y ayudan a los riñones, indica Mar Santamaria, farmacéutica experta en salud de PromoFarma.