La presentadora Raquel Sanchez Silva ha sido la última en sumarse a la práctica de una disciplina que ya ha cautivado a un buen número de celebrities, como Naty Abascal, Rossy de Palma o Anabel Pantoja. En este caso, ha sido la propia periodista, presentadora de Maestros de la costura, la que ha compartido en sus redes sociales que acaba de comenzar a practicar Ballet Fit. "La vuelta a una disciplina que me salvó la rodilla (después de un accidente) hace años. El ballet repara y fortalece como nada en el mundo. Por eso, esta combinación deportiva es mi nueva apuesta", ha comentado ella misma.
La presentadora prueba así los beneficios de esta actividad coreográfica que combina ejercicios de ballet clásico y fitness, que nace en el año 2017 de manos de su creadora Gloria Morales, quien nos ha contado algunos de sus secretos.
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Un trabajo muy preciso
Pero nos preguntamos dónde reside el secreto del éxito de una disciplina como Ballet Fit. Según Gloria Morales, alma mater de esta técnica, la clave está en los resultados y lo completa que es. “Es una disciplina que trabaja la compensación, ayudando a oxigenar la musculatura y a reducir las cargas musculares. Además de alargar la musculatura y corregir la postura corporal, es un entrenamiento de compensación perfecto para los amantes de otros deportes como Crossfit, running o entrenamiento funcional. Al ser un trabajo tan interno y preciso, los resultados son visibles al cabo de tres semanas (siempre acompañado de una buena alimentación y descanso apropiado)”, nos explica.
Más elasticidad y equilibrio
Aprovechamos para plantearle qué beneficios aporta la combinación de los movimientos de ballet clásico con otros más vinculados con el fitness tal y como lo conocemos. “El ballet mejora la elasticidad y la flexibilidad, favorece el equilibrio y tonifica el cuerpo trabajando la musculatura y esculpiéndolo de una manera elegante y armónica, como el de los bailarines. La parte fitness la aporta el cardio y lo divertido que resulta entrenar con música pegadiza. Se trabajan 4 pilares fundamentales: tonificación, equilibrio, coordinación y flexibilidad”, nos detalla la experta.
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¿Necesitas saber ballet?
Es una duda que tal vez te surge cuando piensas en esta técnica para ponerte en forma, si necesitas tener nociones de ballet clásico. Lo cierto es que no, tal y como nos cuenta la experta, así como tampoco una buena forma física previa. “Solo ponerle ganas y ser constante con la disciplina. Tenemos clases de iniciación para que los que nunca hayan hecho deporte no se desanimen”, nos cuenta. “Está recomendada para cualquier público independientemente de su sexo, edad o condición física. Particularmente para aquellas con trabajos sedentarios y que les guste entrenar con música”, nos explica.
¿Conseguimos quemar calorías?
Es una de las preguntas del millón. Y es que no son pocas las personas que se animan a practicar algún ejercicio para intentar mantener la báscula a raya. La experta nos confirma que el Ballet Fit sí que nos ayuda a quemar calorías. “Por supuesto, más de las que puedas imaginar. Depende de la intensidad, pueden llegar a perderse entre 500 – 900 calorías en una clase de 50 minutos de Ballet Fit”, nos detalla.
Si estás empezando a pensar en probar, debes saber que es un entrenamiento completo, trabaja la musculatura interna, alargando y tonificando el músculo. “Están involucrados todos los músculos tanto tren inferior como superior. Podríamos destacar: glúteos, cuádriceps, gemelos, abdomen, bíceps/tríceps y espalda”, nos detalla la experta.
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Estructura de la clase
1. Barra
La primera fase es un calentamiento con apoyo en barra. En ella tratamos de activar el cuerpo en su totalidad, trabajando la flexibilidad, el equilibrio y la tonificación muscular al completo.
2. Cardio
En esta segunda fase, se trabaja la resistencia, mejora la capacidad pulmonar, quema calorías y libera toxinas y grasas acumuladas. Es, no hay duda, el bloque más dinámico, permite la expresión a través de movimientos elegantes del ballet y explosivos del fitness.
3. Suelo
En esta tercera fase, se trabajan los glúteos y abdominales, tonificando la musculatura interna apoyándose en técnicas de respiración para trabajar la flexibilidad y adaptar el cuerpo a sus necesidades.
4. Relajación
Y, para finalizar, una parte primordial de las clases es esta dedicada a la introspección, meditación, reflexión y diálogo interior.
Clases muy completas
Para finalizar, le pedimos que anime a alguien que esté planteándose probar con esta técnica. “Pocas personas imaginan lo mucho que se trabaja en una clase de Ballet Fit y lo completa que es. El cuerpo realmente cambia: se consigue una figura más armoniosa y elegante y corrige malas posturas. Se eliminan toxinas y grasas. Al acabar la sesión de Ballet Fit también se tiene en cuenta el crecimiento personal. El final de las clases se dedica a la meditación, al encuentro personal. Por tanto, es una clase que engloba muchos aspectos beneficiosos para nuestra salud. Tras una clase de Ballet Fit se acaba con sensaciones muy satisfactorias”, concluye la experta.
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