Este es el riesgo que corres si no desparasitas bien a tu mascota

La desparasitación de perros y gatos es esencial, no solo para la buena salud de nuestras mascotas, sino también para preservar la de toda la familia. Los parásitos internos y externos pueden ocasionar graves enfermedades a nuestros queridos peludos. Pero también las podemos sufrir nosotros, con lo que hay que acudir regularmente al veterinario para saber cómo realizar una correcta y completa desparasitación. 

"Al contrario de lo que sucede con otras patologías, que solamente les afectan a las mascotas y no nos las pueden transmitir, la transmisión de parásitos es sencilla, rápida y frecuente", afirma Itxone Capataz, veterinaria veterinaria en AniCura San Fermín Hospital Veterinario. Por ello es muy importante mantener las desparasitaciones tanto externas como internas durante todo el año, adaptándonos a los ciclos estacionales de los parásitos.

Además, en muchas ocasiones, el parásito no es visto por el propietario hasta que la infestación es grave. "Esto hace, que si no se han tomado medidas preventivas, los parásitos sean mucho más costosos de eliminar (en tiempo y dinero), y, además, puede interferir con los calendarios vacunales, disminuir las defensas y hacerles más propensos a padecer otras enfermedades", alerta Itxone Capataz.

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El parasitismo es una forma de interacción biológica, entre dos especies de organismos, uno de los cuales se llama parásito y el otro huésped. "El parásito se beneficia a expensas del huésped, provocándole un daño biológico. Perros y gatos pueden ser huéspedes u hospedadores de varios parásitos que amenazan su salud y por ello es importante protegerlos de estos parásitos. Podemos hablar de parásitos internos, que son principalmente vermes intestinales que entran en el organismo de nuestra mascota durante sus paseos, mientras exploran su entorno, también existen vermes pulmonares o vermes que se localizan en el corazón como en el caso de la dirofilaria, transmitida por la picadura de un mosquito", explica Federica Burgio, responsable del departamento científico de animales de compañía de MSD Animal Health.

Como decíamos, muchos de estos parásitos no solo son bichos que nos resultan desagradables, sino que también pueden transmitirles enfermedades graves y además algunas de ellas son enfermedades que también nos afectan a los humanos y si bien no son las mascotas las que nos las transmiten directamente, si hay una presencia de estos parásitos en nuestro entorno y no desparasitamos correctamente a las mascotas, podemos facilitar esta transmisión a los demás miembros de la familia

"Por todo ello debemos saber que la desparasitación es salud, y cuidar de nuestra mascota significa no solo alimentarla, jugar con ella y darle cariño, también es fundamental proteger su vida a través de la desparasitación y de vacunación anual", afirma la experta de MSD Animal Health.

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¿Qué parásitos u otras infestaciones pueden tener?

En el caso de las infestaciones externas las más comunes "son pulgas y garrapatas, aunque también piojos, ácaros, y no podemos olvidarnos del mosquito que transmite la Leishmaniosis, una grave enfermedad que no tiene cura a día de hoy. En cuanto a parásitos internos éstos pueden ser de varios tipos, generalmente, son gusanos intestinales de diferentes especies, pero también existen otros microscópicos como las Giardias, que pueden provocar graves diarreas", nos explica Itxone Capataz. 

Hay que tener en cuenta, además, como recuerda Federica Burgio, que las pulgas son insectos muy pequeños que saltan y se suben encima de nuestras mascota para alimentarse de su sangre. Cada pulga puede depositar alrededor de 50 huevos al día, que se caerán en los lugares donde suele descansar nuestra mascota, nuestra alfombra, su colchoneta…pero también en el sofá o incluso en nuestra cama si le permitimos dormir con nosotros…

En el caso de las garrapatas, son artrópodos que también se alimentan de la sangre de perros y gatos, y que además cuando pican pueden transmitir enfermedades graves como la ehrlichiosis, la anaplasmosis, la babesiosis e incluso la enfermedad de Lyme.

¿En qué consiste la desparasitación externa de perros y gatos? 

Generalmente, la desparasitación externa consiste en eliminar y prevenir los parásitos externos, tales como pulgas y garrapatas, aunque según el antiparasitario del que hablemos este rango se puede ampliar.

"Se realiza mediante pipetas o collares. En el caso de las pipetas la aplicación se realiza separando el pelo de la zona de la nuca y aplicando el producto en la piel. Separar el pelo es importante, ya que el producto solo es absorbido por los capilares de la piel, y por tanto si se queda en el pelo no estará sirviendo de nada", recuerda la veterinaria Itxone Capataz. 

También antiparasitarios externos que pueden administrarse por vía oral. La elección de uno u otro dependerá de varios factores que tanto el propietario del animal como su veterinario deben valorar.

Hay que recordar la importancia que tiene administrar cada antiparasitario en su especie de destino y siempre bajo consejo y control veterinario. Es decir, como insiste Federica Burgio, hay productos para perros y otros para gatos, y no se deben utilizar indistintamente. Además, no todos los parásitos externos son iguales, por lo que hay que combinar productos internos y externos.

Burgio añade que para para luchar frente a pulgas y garrapatas necesitaremos un medicamento que actúe muy rápidamente y que las elimine antes de que transmitan las enfermedades. En el caso de mosquitos y flebotomos será importante aplicar un repelente que dure todo el año. 

La desparasitación interna "se realiza mediante la administración de pastillas antiparasitarias. En algunas ocasiones pueden usarse también pastas antiparasitarias si son más fáciles de ingerir, por ejemplo en el caso de los gatos", señala la veterinaria en AniCura San Fermín Hospital Veterinario.

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¿Es segura esta desparasitación?

"Una buena desparasitación no solo es segura, es necesaria, ya que si no mantenemos una rutina de prevención podemos dejar nuestras mascotas expuestas a un sinfín de riesgos", asegura Federica Burgio, de MSD Animal Health. Prevenir siempre es mejor que curar y por eso una desparasitación rutinaria frente a parásitos internos y externos es la manera que tenemos de demostrar que nos interesa la salud de nuestra mascota.

Pero es importante que la desparasitación sea supervisada por un profesional sanitario: el veterinario es quien mejor sabe qué tipo de antiparasitario administrar a nuestra mascota y cuándo. Y es que, aunque la desparasitación es segura, no hay que olvidar que se trata de medicamentos que pueden tener efectos secundarios. De ahí que debamos confiar siempre en el criterio de nuestro veterinario.

"Hoy en día el nivel de seguridad de los antiparasitarios es muy alto, pero no debemos olvidar que son medicamentos, y pueden, por tanto, tener efectos secundarios no deseables. Estos efectos se dan pocas veces, pero deben ser tenidos en cuenta, y si se producen, se debe cambiar el antiparasitario a utilizar las siguientes veces", señala Itxone Capataz. 

Entre los efectos secundarios más comunes pueden darse diarreas y vómitos con antiparasitarios internos, y reacciones alérgicas tópicas con los externos. Ante la duda de cómo administrar un antiparasitario se debe consultar siempre con un veterinario, y usar en cada especie únicamente los antiparasitarios destinados a ella, el no hacerlo puede tener graves consecuencias.

Otro problema muy grave es utilizar medicamentos para perros en gatos, un error que puede acarrear consecuencias nefastas para la salud de nuestro felino. "Frecuentemente nos encontramos casos, por ejemplo en gatos, a los que por error o desconocimiento les han administrado una pipeta de perro por vía oral, las consecuencias son una grave intoxicación que puede llegar a provocar la muerte del animal", advierte Capataz. 

¿Cada cuánto hay que desparasitarles? 

"Hay que desparasitar todo el año, según las recomendaciones del veterinario y las pautas y los intervalos de repetición indicados en cada medicamento", indica Federica Burgio, de MSD Animal Health. Aunque depende mucho del animal y de la familia. 

"La recomendación “estándar” sería desparasitar internamente cada 3 meses. La desparasitación interna varía según el producto que se utilice, siendo el rango entre 1 y 6 meses. Si el animal sale mucho al campo, tiene mucho contacto con otros perros o ganado, etc, la desparasitación debería ser más exhaustiva que en un perro que vive en un piso, por ejemplo. La situación de la familia también es importante, puesto que si hay en casa mujeres embarazadas, bebés, personas muy mayores o con inmunidad comprometida la desparasitación interna debería hacerse más frecuentemente", apunta Itxone Capataz. 

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¿Qué puede pasar si no lo hacemos? 

Si no nos preocupamos de la desparasitación de nuestras mascota la exponemos al riesgo de que sea infestada por estos parásitos que son muy muy peligrosos para su salud ya que transmiten enfermedades graves que pueden incluso poner en riesgo su vida. "Muchas de estas enfermedades son zoonosis, que se pueden transmitir a las personas, y aunque el perro o el gato no pueden transmitírnoslas directamente, el no protegerles puede suponer que a través de ellos estos peligrosos parásitos entren en nuestro hogares y puedan picarnos", recuerda Federica Burgio. 

Los parásitos son algo de lo que muchas personas no se preocupan hasta que ya son visibles (gusanos en heces, garrapatas…) o hasta que les afectan a ellos (en el caso de las pulgas es frecuente no darnos cuenta hasta que empiezan a aparecernos picaduras).

Como alerta la veterinaria Itxone Capataz, muchas veces, cuando esto sucede, la infestación es tal que es mucho más difícil erradicarla. Algunos estudios dicen que por cada pulga que se ve hay otras 300, eso sin contar huevos y larvas, que pueden estar depositados en sábanas, camas, sofás, alfombras… Lo mismo puede suceder con los huevos de algunos párasitos internos, el “gusano” está dentro del organismo, anclado al sistema digestivo, y en las heces se eliminan huevos que son microscópicos, es decir, invisibles para el ojo humano. Por tanto no sabemos a simple vista si hay o no parásitos. Cuando vemos el gusano en heces es porque la infestación es ya muy grande, y algunos de esos parásitos se han soltado del intestino apareciendo en las heces.

Por tanto, no ver gusanos en las heces no es sinónimo de no tenerlos. Las desparasitaciones periódicas evitan esto, eliminan los parásitos antes de que sean un grave problema, y mantienen seguras a las mascotas y sus familias.

¿Nos pueden pasar enfermedades por una mala desparasitación?

Así es, afirma la veterinaria Itxone Capataz. Si el antiparasitario utilizado no tiene cobertura suficiente o si nos olvidamos de ser regulares a la hora de desparasitar no estamos poniendo en riesgo. Tampoco debemos olvidar que algunos parásitos no van solos, es decir, funcionan como hospedadores de otros microorganismos que pueden causarnos enfermedades muy graves, como las garrapatas, que no solamente son un problema en sí mismas, sino que pueden transmitir enfermedades tan graves como la enfermedad de Lyme o la Ehrlichiosis.

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