Suena el despertador y lo habitual es que comiences ya a correr, apurada por las prisas. Vamos siempre con la hora pegada y lo cierto es que la forma en la que comenzamos el día puede influir en cómo afrontemos el resto de la jornada. Hay, de hecho, algunas costumbres que deberías evitar hacer nada más levantarte, pues te están haciendo un flaco favor. “Tan importante es comer sano, hacer ejercicio, estar activo como dormir bien. Por supuesto descansar bien o no va a afectarnos a cómo nos vamos a levantar, tanto en el estado de humor en el cansancio o la actividad que vamos a tener durante el día”, nos cuenta la farmacéutica Meritxell Martí, que hace mención a la conocida frase ‘levantarse con el pie izquierdo’.
Y es que es un hecho que, si dormimos mal, pasaremos mal día. “Algunas veces el problema del insomnio no lo podemos evitar pero si procuramos mantener unas rutinas healthy, es muy probable que mejoremos nuestro día”, cuenta la experta.
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Levantarte con el tiempo justo
Si vamos con prisa, no nos dará tiempo a darnos una ducha más relajada ni a aplicarnos los productos cosméticos adecuados. Además, es muy probable que eso haga que desayunemos fuera de casa o que nos olvidemos de desayunar. De hecho, si tenemos tiempo, es buena idea poder relajarnos y levantarnos más lentamente, lo que nos va a ayudar a disminuir los niveles de estrés. Si nos vamos a dormir a la misma hora y nos levantamos de nuevo a la misma hora, ayudamos a mejorar el ciclo circadiano, la clave para regular el sueño y la energía de cada día.
Usar ordenador y móvil ya en la cama
¿Lo primero que haces, incluso aún en la cama, es coger el móvil o la tablet para ver tus redes sociales? Pierdes tiempo que podrías dedicar a otros menesteres más provechosos. Si lo primero que haces es ver las noticias, además, puedes estresarte y empezar el día preocupado y de mal humor. Además nunca son 5 minutos, siempre se le dedica más tiempo. En opinión de la experta, algunas veces es preferible no ver nada, hasta que no hemos terminado de arreglarnos y desayunar.
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Levantarnos e inmediatamente tomar un café
La experta cuenta que es una costumbre que no tiene por qué ser mala, es más, muchas personas no son capaces de arrancar sin su café matutino, que les ayuda a mantenerse en alerta y más activos. Sin embargo, sabemos que por la mañana es cuando los niveles de cortisol son más elevados, y es posible que este café pueda aumentarlo todavía más, y pasadas unas horas pueden hacer decaer la energía. Meritxell Martí cuenta que algunos estudios indican que es preferible tomar esa taza de café algo más tarde. Sí que es buena opción, en su opinión, beber un vaso de agua templada, con limón para eliminar las toxinas
No desayunar
Es muy importante desayunar, pues esta primera comida del día va aportar la energía que necesitamos para el resto de la jornada. Es el momento en el que los alimentos van a ayudar a disminuir los niveles de cortisol altos al levantarnos. Las calorías ingeridas en este momento van a convertirse en energía y es el mejor momento para hacer comidas más copiosas, sin acumular las calorías que nos hacen engordar.
“Evidentemente cada uno tiene unas costumbres diferentes y algunas personas dejan de desayunar para no comer tanto, sin embargo, sería mucho más natural en lugar de no desayunar, hacerlo y comer poco”, nos cuenta la experta, que detalla que algunos estudios indican que desayunar va a ayudarnos a prevenir diabetes, problemas cardiacos y ayuda a mejorar la memoria. “Es por ello siempre se ha indicado que el desayuno es quizás la comida más importante del día”, nos detalla.
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Poner la tele nada más levantarnos
Realmente puede hacer aumentar los niveles de cortisol, ya que el ruido o la negatividad de las noticias pueden ponernos en alerta, como comentábamos antes. Tampoco es positivo sentarnos a mirar la televisión, series o películas, ya que evitará ser activo por la mañana. Es preferible levantarse tranquilamente por la mañana y tener calma el mayor tiempo posible.
No limpiarnos la cara y no hidratarla
Al levantarnos debemos prestar especial atención a la limpieza de nuestro rostro. De hecho, mientras dormirnos, las glándulas sebáceas continúan segregando grasa. Podemos hacer la prueba con un algodón y un tónico al levantarnos, este quedará impregnado de estos lípidos y células muertas que se desprenden durante la noche. Tan importante es la higiene por la noche como por la mañana.
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No abrir la ventana, dejar la persiana o las cortinas cerradas
Cuando amanezcas, abre las cortinas o las persianas y abre la ventana para ventilar. La luz del día ayuda a cerrar el ciclo circadiano del sueño, de forma natural, lo que nos echa una mano a la hora de mejorar la energía del día.
Beber agua fría
Aunque sí es positivo beber agua al levantarse, lo correcto es que sea a temperatura ambiente. Esto va a ayudar a rehidratarnos, a mejorar el tránsito intestinal y a mejora la limpieza hepática. Hay que beberla despacio, y podemos añadir zumo de limón.
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Fumar un cigarrillo
Algo que los fumadores suelen hacer a menudo, pero la farmacéutica nos cuenta que en ese momento va a ser mucho más tóxico, en todos los niveles. Fumar nada más levantarse no es sino un indicador de lo gran fumador que se es y de la adicción que se siente. Ese cigarrillo además suele inhalarse mucho más profundamente al levantarse.