No son pocas las ocasiones en las que te hemos hablado de las propiedades saludables de las infusiones, muchas de ellas recomendadas por las farmacéuticas. Sin embargo, como pasa en casi todo cuando algo se hace en exceso, hay que tener ciertas precauciones y no abusar de ellas, y sobre todo, tener claro cómo debemos tomarlas. “Es cierto que consumir infusiones en nuestra dieta es un buen hábito a la hora de mejorar el estado general del organismo. Pero como todo, en exceso, puede resultar perjudicial para el organismo. En principio con 1-2 tazas de estas infusiones al día sería suficiente para experimentar su efecto beneficioso”, nos cuenta la farmacéutica Mar Sieira, quien nos resume algunas de las precauciones que tenemos que tener a la hora de tomar estas bebidas realizadas a base de plantas medicinales.
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Infusiones diuréticas
En el caso de las infusiones diuréticas, (como pueden ser el diente de león, la cola de caballo o la alcachofa, entre otras) que facilitan la eliminación de líquidos del organismo, hay que tener precaución al momento al consumirlas en exceso, porque podrías eliminar nutrientes y minerales que tu organismo necesita.
Infusiones estimulantes
Es el caso del té verde, que, aunque es una infusión muy alabada por sus efectos detox sobre el organismo, así como su característica lipolítica, ideal para dietas en las que se quiere mantener la línea o bajar de peso, contiene teína en altas cantidades, que es un estimulante similar a la cafeína, por lo que no es recomendable su consumo en personas con la tensión arterial elevada, problemas cardiacos o arritmias. Tampoco está indicado en personas con úlcera de estómago o tienen trastornos digestivos. Esta característica potencialmente irritante del tracto digestivo, y por su contenido en teína, también la comparte otros tés como el negro, el blanco o el rojo. “Además, el té impide la correcta absorción del hierro, por lo que deberá de ser tenido en cuenta en aquellas personas que tengan anemia o predisposición a desarrollarla”, nos explica la experta.
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Infusiones relajantes
Dentro de este grupo encontramos algunas tan populares como la valeriana, que se utilizan para reducir el nerviosismo y la agitación, facilitando la conciliación del sueño y mejorando su calidad. Este tipo de infusiones no se quedan fuera de esta lista de bebidas que tomadas en exceso pueden provocar efectos indeseables en el organismo.
“Su consumo prolongado puede resultar tóxico y, por tanto, se recomienda establecer periodos de descanso durante el tratamiento. Además, abusar de su ingesta puede producir efectos adversos como dolor de cabeza, confusión, falta de agilidad mental, nerviosismo, o irritabilidad”, nos detalla.
Infusiones digestivas
Las infusiones a base de plantas medicinales con propiedades digestivas son un perfecto aliado para aliviar esa sensación de pesadez y distensión abdominal que podemos sentir puntualmente después de comer. Se utilizan plantas de diversa índole, siendo en gran parte aromáticas (como la menta o el romero).
“Aunque la mayoría de las infusiones que se utilizan con una finalidad digestiva, suelen ser muy seguras y no entrañan en general efectos adversos en su utilización, algunas labiadas como el tomillo, orégano, o la menta podrían provocar de manera irritación del tracto digestivo si se consumen en exceso”, concluye.
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