Oniomanía: los problemas de comprar de forma compulsiva

Llevamos días en los que el black friday está más que presente en las campañas publicitarias o incluso en nuestras conversaciones. Estamos a punto de llegar a ese viernes en el que arranca la temporada de mayor consumo del año, que continúa con las compras navideñas y remata con las rebajas de enero. No está de más aprovechar las ofertas de estos días, pero lo cierto es que una cosa es comprar con criterio y otra es comprar de forma compulsiva, lo que los expertos han bautizado como oniomanía, un trastorno que según los datos ofrecidos por los expertos de la plataforma Top Doctors, podría afectar a aproximadamente un 7% de la población. Algo que, además, se agrava entre los jóvenes, donde el porcentaje se dispara hasta a un 30% de ellos debido a que son un público más vulnerable a la publicidad y a los contenidos las redes sociales.

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El auge de las compras 'on line'

Influye, además, el hecho de que tenemos todo al alcance de un clic. “Actualmente el consumo por internet facilita la proliferación de este trastorno y aumenta un 16% las compras compulsivas, dato que resulta preocupante. El pago con tarjeta, paypal, bizum y otros servicios online facilitan el gasto y generan una gratificación inmediata, lo que los lleva a no ser tan conscientes del gasto que están realizando y a un aumento de este trastorno entre este tipo de consumidores”, explica Lina Romillo, Psicóloga sanitaria y miembro de Top Doctors. “Se nos hace creer que el consumo da la felicidad, y ahora el consumo está más accesible que nunca a personas de cualquier edad”, añade.

Así son los compradores compulsivos

Y es que tenemos que tener en cuenta que, en principio, el acto de comprar provoca sentimientos agradables, placenteros y de felicidad entre los consumidores. Pero, sin embargo, este acto puede tener efectos contrarios en aquellos con dificultades para encontrar placer en otras parcelas de la vida. ¿Cuál es el perfil de un comprador compulsivo? “El perfil del comprador compulsivo presenta una sintomatología ansiosa, bajo estado de ánimo, poco autocontrol o baja tolerancia a la frustración. Suelen ser personas que padecen trastorno bipolar o trastorno límite de la personalidad”, explica la Dra. Sandra Farrera especialista en Psicología Clínica en el Centro Psicología BCN y miembro de Top Doctors. “A la hora de comprar influye la dopamina, neurohormona transmisora de la impulsividad y de la necesidad de recompensa inmediata, que provoca por lo tanto la pérdida de control. Quienes padecen oniomanía, tras comprar suelen sentirse culpables y deprimidos. Y solo piden ayuda cuando la realidad se les impone, bien por deudas o por verse afectados en otras parcelas de la vida”.

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Comprar de forma consciente

En el extremo opuesto, viene desarrollándose desde hace tiempo de forma paralela una corriente a favor de la compra con consciencia, para frenar de esta forma el aumento de las compras compulsivas, proteger al pequeño comercio, y, además, cuidar al medioambiente. Tanto es así que organizaciones como Ecologistas en Acción han hecho un llamamiento a la ciudadanía para que el black friday se empiece a definir como “El día Mundial Sin Compras”. Lo que se pretende es incitar a la población a realizar únicamente compras por necesidad, y en empresas locales y comercios de proximidad, o a reciclar prendas y artículos, promoviendo valores alejados del consumismo. “Tanto en consulta como en la calle hemos observado un descenso del consumir por consumir. La compra con conciencia y la corriente por ejemplo del slow fashion hacen que muchos consumidores reflexionen antes de comprar, hagan una compra pensando en un producto de larga duración, conociendo el lugar de procedencia, la forma de producción, materiales, etc”, detalla Lina Romillo, Psicóloga sanitaria y miembro de Top Doctors.

¿Lo necesitas realmente?

Por todo ello, los expertos de Top Doctors.es ofrecen a continuación una serie de consejos profesionales para apoyar a promover la compra con conciencia durante esta etapa:

-Vivimos rodeados por una avalancha de mensajes que incitan al consumo, eso es un hecho. Por eso, lo primero que deben preguntarse los compradores es: ¿podría vivir sin ello? Y, sobre todo, ¿cómo te sentirás dentro de cinco días si se adquiere ese producto? Es muy importante basar las compras en el control de la acción, del gasto y por lo tanto de la propia vida.

-Consideran que es útil aplicar lo que ellos llaman la técnica de los 10 minutos. Se basa en que la dopamina es un neurotransmisor de la inmediatez, pero se reduce pasados 10 minutos y, por lo tanto, los mecanismos de recompensa inmediata dan lugar al control de esa acción y a poder discernir con más calma si es necesaria la compra o no.

-Hay más opciones: un ejemplo, pensar qué podrías hacer con ese dinero si lo guardas para otro fin. Es una buena forma de tomar conciencia de las 'necesidades' que puedes tener, y por lo tanto dónde derivar los gastos.

-Es importante, además, no caer en la tentación de todos los mensajes publicitarios y comerciales que se reciben. Hay que comprar no para satisfacer la ansiedad, el impulso o el bajo estado de ánimo, sino porque el artículo es realmente necesario.

-Y piensa lo bien que te sientes al tener el control de las compras, de los gastos y principalmente de la vida.