Si eres de las que sufre dolores de cabeza con frecuencia, sabrás que si no lo atacas a tiempo el dolor irá incrementando la intensidad hasta el punto de obligarte a dejar lo que estabas haciendo. Por eso, ante una cefalea tensional o un ataque de migraña, lo mejor es aplicar aquellos remedios que sabemos que nos funcionan y tratar de relajarnos hasta que el dolor cese.
Si eres nueva en esto, ya que muchos dolores de cabeza aparecen con cambios hormonales como la menopausia, o por situaciones de estrés, te puede venir bien saber qué funciona y qué no suele ser efectivo. Por ejemplo, la automedicación no es una buena alternativa para acabar con él. De hecho, tomar demasiados fármacos como el ibuprofeno o el paracetamol, puede llegar a cronificarlo. Así nos lo explica la Sociedad Española de Neurología (SEN), que nos sugiere que, cuando aparecen los dolores de cabeza y si se repiten, lo mejor es acudir al médico para que averigüe la causa y nos indique qué remedios son los más apropiados.
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Un problema muy frecuente
Según datos de la SEN, más de un 90% de la población ha sufrido en alguna ocasión algún episodio de cefalea; un 50% de la población ha padecido dolor de cabeza en el último año, al menos una vez; y hasta un 46% de la población presenta algún tipo de cefalea activa.
“Cuando el dolor de cabeza es un síntoma de otra enfermedad se denomina cefalea secundaria. Por el contrario, en la cefalea primaria el dolor es el único o principal síntoma. Las cefaleas primarias son las más frecuentes en la población general y, dentro de éstas, la migraña, la cefalea tipo tensión y la cefalea en racimos son las más comunes. Otros tipos de cefalea primaria, como la cefalea por compresión externa, por estímulos fríos, por abuso de medicación, de la tos, por ejercicio físico, asociada a la actividad sexual, etc. también son bastante habituales”, explica la Dra. Sonia Santos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN.
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Síntomas del dolor de cabeza
Como explica la especialista, las cefaleas primarias suponen el 90% del total. Aspectos como el tipo de dolor (eléctrico, opresivo, pulsátil, explosivo…), su localización (unilateral, bilateral, periocular, cervical…) y otro tipo de síntomas asociados (como la presencia de aura, náuseas, vómitos, vértigo, lagrimeo, etc.) caracterizan a cada tipo de cefalea. Por ejemplo, si el dolor viene acompañado de dolor en las cervicales, es probable que se trate de cefalea tensional. Si se manifiesta en un lado de la cabeza y hay otros síntomas como destellos, náuseas o vómitos, puede ser migraña. La cefalea en racimos es un dolor muy intenso que suele darse en un ojo o a su alrededor.
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Cuidado con el abuso de medicación
Averiguar qué tipo de dolor de cabeza es, es fundamental para administrar el tratamiento adecuado. Y es que uno de los principales problemas es el elevado porcentaje de pacientes que no consultan por su dolor de cabeza y se automedican con fármacos de libre dispensación, sin el consiguiente control médico. El tratamiento inadecuado de los ataques es uno de los principales factores de riesgo de cronificación del dolor, además de ser el causante de otro tipo de cefalea, la denominada cefalea por abuso de medicación.
Por ello, y mientras no tengamos un diagnóstico, lo más adecuado es que recurramos a remedios que pueden funcionar y que no suponen un riesgo más para que el dolor de cabeza se vuelva persistente. Trucos como la relajación, el paño frío en la cabeza o incluso la toma de café pueden funcionar. A continuación, hacemos un repaso de los remedios aconsejados por los médicos.
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Bebe agua
Cuando su nivel de líquido es bajo, segrega unas hormonas llamadas histaminas que provocan dolor de cabeza. En cuanto percibas dolor, toma un gran vaso de agua poco a poco. A veces, cuando se produce deshidratación por un exceso de calor o por una insolación, nos cuentan desde Sanitas, se puede experimentar dolor de cabeza. Es importante ponerse a la sombra y refrescarse. Asimismo, como norma general, se deben beber al menos dos litros de agua al día.
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Una toalla de agua muy fría o con hielo
Cuando hace calor, se produce una vasodilatación en el organismo, y como resultado, dolor de cabeza. Coloca una toalla de agua fría sobre la frente, túmbate en el sofá con las luces apagadas e intenta relajarte. Cuanto más fría esté más efecto anestésico tendrá y podrá aliviar más rápido el dolor.
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Aplica calor
El dolor de cabeza puede estar provocado por contracturas musculares que se producen en la espalda o en la zona cervical. Es sencillo reconocerlo porque, en estos casos, el dolor se siente en la parte baja del cuello. En estos casos, es beneficiosa la aplicación de calor para reducir la inflamación y relajar la zona.
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Una taza de café
La cafeína, en pequeñas cantidades, produce un alivio de un ataque de migraña siempre que lo cojas a tiempo. También puede potenciar el efecto de fármacos analgésicos como el paracetamol. Por otro lado, si decides dejar el café. Se ha visto que las personas que toman cafeína a diario, puede tener dolores de cabeza si no tienen su dosis acostumbrada.
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Jengibre
Tomar jengibre puede ayudar a aliviar las náuseas y los vómitos que se producen con el dolor de cabeza. Esta raíz, además, tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas, por lo que puede aliviar el dolor. Se puede tomar en infusión o en suplementos de venta en farmacias.
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Masaje en la cabeza
Cuando empieces a notar que te duele la cabeza, puedes pedir a alguien que te realice un masaje relajante en el cuero cabelludo y en las sienes. Puedes practicar esta técnica tú misma. Aplicar aceites esenciales, por ejemplo, de menta piperita y de lavanda, pueden potenciar el efecto relajante del masaje. Existen preparados de venta en farmacia que, aplicados en roll-on, con un suave masaje circular en las sientes, producen un efecto analgésico cuando el dolor de cabeza no es muy intenso.
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Vigila tu postura y haz descansos al trabajar
Uno de los causantes de los dolores de cabeza y que tienen fácil remedio es la postura que adoptamos al trabajar y la fijación de la vista en las pantallas. Así nos lo advierten desde MediQuo: "la vuelta al trabajo después de las vacaciones conlleva en muchas ocasiones sobreesfuerzos físicos, mentales e incluso situaciones de ansiedad y estrés. Hay que tener mucho cuidado con estas situaciones en el caso de que se padezcan migrañas Además, muy relacionado con este punto es el efecto de las pantallas, ya que el trabajo con tablets y ordenadores durante horas es un factor de riesgo ya que se fija la mirada y se tiende a tensionar el cuello. Para prevenirlo, lo mejor es tomar descansos si se trabaja mucho con pantallas". Si estás trabajando y notas que vas a tener dolor de cabeza, descansa. Es preferible parar unos minutos para relajarte que aguantar y que el dolor incremente su intensidad.
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Haz ejercicio, descansa y respira
El ejercicio es fundamental para promover la buena circulación, afirman desde Cigna. Si lo practicas de forma regular verás cómo los dolores de cabeza se espacian más reduciendo su frecuencia. Incluso la intensidad del dolor puede disminuir. Esto es en parte porque te sentirás más relajada. También porque al ejercitar los músculos la tensión será menor. El buen descanso y la relajación también son importantes para paliar los dolores. Respeta los horarios de sueño y busca técnicas de relajación que te gusten en los momentos de mayor estrés. Pasear, leer o prestar atención a la respiración mientras escuchas sonidos relajantes son técnicas que pueden funcionar.
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Cuida tu alimentación
Al igual que sucede en cualquier otra enfermedad común, la alimentación es un factor clave en las apariciones de las migrañas. En este sentido, los doctores suelen aconsejar a los pacientes que si son propensos a ataques reduzcan su consumo de alimentos con tiramina, una molécula que puede generar dolor de cabeza y se encuentra de forma natural en alimentos como el vino tinto y los quesos brie y camembert. También hay que tener mucho cuidado con los excesos de alcohol y cafeína, así como con la deshidratación y con saltarse las comidas, ya que se ha demostrado que un nivel irregular de azúcar en sangre es una causa importante en la aparición de migrañas.
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