Mucho te hemos hablado de razas de perro exóticas, extrañas, con origen en latitudes lejanas. Pues bien, en esta ocasión, queremos hacer un repaso por algunas razas de perro españolas, que llevan instaladas en el país desde hace muchos años, convirtiéndose en fieles compañeras de sus dueños y cumpliendo, en muchos casos, una función básica ayudando en las labores de caza, de guardia o de pastoreo durante décadas. Todas ellas son reconocidas tanto por la Real Sociedad Canina de España (RSCE) como por la Federación Cinológica Internacional (FCI), junto con el perro pastor mallorquín, el dogo mallorquín o el sabueso español.
Galgo español
Sin duda, estamos ante un perro muy especial. El galgo español, de apariencia estilizada y elegante, destaca, como la mayoría de los canes de su especie, por su extrema rapidez cuando corre. Tanto es así que ha sido muy empleado como perro de caza de animales como las liebres y también ha sido perro de carreras. Lo cierto es que contrasta su energía y su rapidez con lo tranquilo que puede llegar a ser en casa. Se trata de una mascota sensible y asustadiza, algo reservado con la gente que no conoce y también con otros perros, por lo que es fundamental realizar una labor de socialización desde que es un cachorro. Si te decides a tener un galgo en casa, tienes que tener muy en cuenta que, como ya anticipábamos, es un animal que necesita mucha actividad, por lo que tiene que correr y hacer ejercicio a diario.
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Mastín español
Nos encontramos ante una raza de perro muy popular en muchas zonas rurales de nuestro país, por su carácter de perro guardián y pastor (estuvo muy vinculado a la transhumancia de la oveja merina), aunque cada vez se ha popularizado más su papel como animal de compañía. Se trata de un perro de gran tamaño (los machos suelen medir 70 cm a la cruz y pesar entre 50 y 70 kilos, mientras que las hembras alcanzan los 60 cm de altura y un peso que oscila entre los 40 y los 60 kilos). Su robusta musculatura no le impide ser un perro ágil, y llama la atención su característica papada bajo el cuello. ¿Cómo es su carácter? Detrás de esa comentada apariencia robusta y potente, se trata de un animal manso, elegante y noble, siempre leal con su familia. Juguetón con los más pequeños, se debe tener en cuenta que, al tener mucha fuerza y gran tamaño, puede lastimarnos de forma involuntaria si no tenemos cuidado. Es fundamental adiestrarlo y socializarlo cuando es un cachorro, para evitar problemas después.
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Pastor catalán
También conocido como gos d’atura, es una raza de perro inteligente, fácil de adiestrar y muy cariñosa, por lo que se convierte en un excelente compañero de aventuras y vivencias para toda la familia, también para los más pequeños de la casa. Es, además, un buen perro guardián y siempre está alerta, debido a su genética de perro pastor. Precisamente esta última característica hace que necesite bastante actividad y ejercicio diario, sobre todo para prevenir problemas de comportamiento, pues también pueden llegar a ser un poco cabezotas. “Por su tamaño, bonito pelo, inteligencia y gran fidelidad a sus dueños, puede ser un excelente perro de compañía”, afirman en la RSCE sobre esta raza, considerada una de las más antiguas del mundo. Una curiosidad: durante la Guerra Civil Española, el pastor catalán fue utilizado para enviar mensajes así como hacer de guardias.
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Perro de aguas español
Como el resto de compañeros de su especie, recibe su nombre debido a su principal cualidad: es un excelente nadador, por lo que tradicionalmente ha sido un buen ayudante de pescadores. De tamaño medio, su origen se remonta a Andalucía, aunque también existen algunos indicios que los ubican en el norte de África, y hay incluso teorías que afirman que fueron introducidos en la península por los musulmanes, durante la conquista y la formación de Al-Ándalus. Una curiosidad es su característico pelaje, lanudo y rizado, que apenas se cae. Eso sí, tienes que prestarle cuidados a su pelo, que debe recortarse y cepillarse con relativa frecuencia para evitar que se formen enredors y nudos y que le visiten posibles pulgas u otros parásitos cutáneos. ¿Y de qué colores son? Los más frecuentes son los de color marrón pardo, aunque también hay algunos perros de color negro, blanco y mezcla de todos ellos.
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Podenco ibicenco
Tal y como detalla la Real Sociedad Canina de España, es un perro muy utilizado para cazar, incluso en lugares de mucha vegetación debido a su excelente olfato, pues se vale más de él y del oído que de su vista. En las islas se desarrolló, sobre todo, como cazador de conejos. Es un can ágil y astuto, estilizado, enérgico y de corto pelaje. También llamado ca eivissenc, pese a su función en origen, en la actualidad, el podenco suele ser una de las mascotas que hay en más hogares, sobre todo por su carácter cariñoso, sumiso y leal con sus dueños. Hay dos variantes más según su pelaje, una de pelo liso y otra de pelo duro.
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Podenco canario
Es otra de las razas españolas reconocidas por la RSCE, en este caso con origen en las Islas Canarias. De nuevo, nos encontramos con un can que se emplea para la caza del conejo, gracias a su buen sentido del olfato. Como sus compañeros de especie, tiene un cuerpo delgado y ágil, y es un perro muy activo. No es agresivo, y se muestra fiel y leal con sus dueños.
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Mastín del Pirineo
En su origen, ha sido un perro muy utilizado como guardián y de defensa. De hecho en la Real Sociedad Canina de España cuentan que en el pasado se le utilizó como defensa contra las alimañas, en especial el lobo y el oso. Destaca por su gran tamaño, imponente, muy característico de los perros de montaña. De carácter tierno y afable, es un can noble y muy leal, y hay que mencionar su carácter protector. Conviene socializarle desde cachorro, para intentar modelar su carácter excesivamente territorial. Como sucede con los perros grandes, no siempre controlan bien sus fuerzas, lo que nos obliga a tener cuidado en este sentido.
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Presa canario
Este perro de origen en las islas ha sido tradicionalmente utilizado como perro guardián y dedicado también al cuidado del ganado vacuno. Destaca por su musculatura compacta y fuerte, con orejas caídas y hocico corto. Las hembras pueden llegar a medir entre 56 y 62 centímetros a la cruz, y los machos entre 60 y 66. Muy robusto, es considerado un perro potencialmente peligroso, por lo que es fundamental educarlo correctamente desde cachorro y socializarlo de forma adecuada, consiguiendo así un perro de carácter calmado. Una curiosidad: ha llegado a ser considerado como símbolo natural de la isla de Gran Canaria por el Gobierno de Canarias.
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Perdiguero de Burgos
De nuevo nos encontramos ante un perro muy apreciado por los cazadores a lo largo de la historia. Es un perro de muestra con origen en Castilla, sobre todo en la provincia de Burgos. Destaca por su nobleza y por ser una raza de excelente carácter, docilidad e inteligencia.
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