Mañana 13 de junio se celebra el Día Europeo de la Prevención contra el Cáncer de Piel, una de las enfermedades que mejor se pueden prevenir adoptando unas medidas de prevención, siendo conscientes de los daños del sol, y acudiendo al dermatólogo para que, en caso de tener una lesión maligna, la pueda detectar y tratar.
Por eso, aprovechamos esta fecha para hablar con varios expertos sobre cómo ha afectado el confinamiento a nuestra piel y si debemos adoptar medidas más exhaustivas para protegernos. De hecho, así nos lo indica Tomás Muret, vocal nacional de dermofarmacia del Consejo General de farmacéuticos. El especialista, que nos responde algunas dudas sobre de qué manera podemos evitar problemas como quemaduras u otros daños y qué debemos hacer si llevamos mascarilla, también nos da algunos consejos para que este verano el sol no nos pase factura.
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¿Por qué debemos protegernos más la piel este verano?
Durante el invierno vamos produciendo melanina de forma progresiva hasta la primavera que es nuestra fotoprotección intrínseca. Se calcula que una persona de raza negra tiene un factor de protección solar (FPS) intrínseco natural equivalente a un FPS15 mientras que un paciente caucásico tiene un FPS natural equivalente a un 3.
Cada raza tiene una protección intrínseca frente a las radiaciones solares, a medida que va llegando la primavera con el aumento progresivo del índice ultravioleta, nuestro cuerpo reacciona produciendo melanina y desensibilizándose progresivamente frente a la radiación solar.
Ahora el problema es que la gente no ha tenido esa desensibilización progresiva o esa fabricación de melanina que siempre había tenido y durante este verano si la gente no se protege mejor se van a dar más casos de alergias solares y más quemaduras solares.
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Las mascarillas no siempre te protegen
Las mascarillas son un producto sanitario o higiénico fabricado para filtrar el aire, y aunque en un principio puedan parecer un buen protector físico, habrá mascarillas que debido a los materiales que se han utilizado en su fabricación no impidan el paso de la radiación solar.
"La recomendación es que se utilice protección solar también en la piel cubierta por la mascarilla y que se renueve la aplicación cada vez que se quite la mascarilla y vaya a estar expuesto a la radiación solar", señala Tomas Muret.
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Cómo protegernos mejor con mascarilla
El uso de mascarilla con el aumento de temperatura y humedad, va a provocar una mayor sudoración en la zona cubierta y vamos a ver muchas más irritaciones, proliferación de infecciones por hongos e incluso brotes de acné en personas con piel grasa.
"Para evitar esto se recomienda una higiene facial mañana y noche, una hidratación ligera durante el tiempo que vayamos a utilizar la mascarilla y la utilización de ingredientes cosméticos que ayuden a la regeneración de la piel durante el periodo de descanso", nos recuerda Tomás Muret.
Referente al fotoprotector, en las farmacias recomendarán el producto más adecuado para cada tipo de piel y situación. Generalizando podremos decir que bajo la mascarilla será mejor utilizar fotoprotectores ligeros, muy poco grasos.
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Protege también tus ojos
Usa fotoprotección y gafas de sol homologadas también en los días nublados. Unas gafas de sol inadecuadas no protegen y además pueden poner en peligro tu salud ocular. Unas gafas de sol adecuadas deben proteger del UV, ser adecuadas para la conducción y presentar fidelidad del color. Unas gafas oscuras no significan mayor protección.
Por otro lado, recuerda que la incidencia de rayos UV en los ojos de forma continuada contribuye a la aparición de cataratas, queratitis o conjuntivitis, protégelos con gafas de sol homologadas que puedes encontrar en tu óptica y/o farmacia.
Toma fruta y verduras
Durante el confinamiento has recibido poco sol y puede que la producción de vitamina D no haya sido suficiente. Por eso, refuerza tu dieta con alimentos que contengan esta vitamina como pescados azules, hígado, huevos o lácteos. Recuerda que no se deben tomar por iniciativa propia suplementos de vitamina D, para más información consulta con tu farmacéutico. Una dieta rica en frutas y verduras te ayudará a prevenir los daños solares desde el interior. Recuerda, además, que la hidratación es fundamental. Bebe al menos dos litros de agua.
Ponte bien el fotoprotector
Aplícate el protector solar al menos media hora antes de exponerte al sol. Renueva la aplicación cada 2 horas, sin descuidar zonas como orejas, nariz, calva y pies. Usa protección solar también en la piel cubierta por la mascarilla. Recuerda que no todas las mascarillas protegen frente a todos los tipos de radiación.
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Observa tu piel y pide cita
La cancelación o retraso de las consultas dermatológicas estos meses dificulta la detección precoz de lesiones malignas. El aislamiento y el miedo al virus han sido un obstáculo para muchas personas para acudir a consultas dermatológicas, lo que está generando retrasos en diagnósticos. Recientes estudios de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) reflejan que el retraso en la extirpación de melanomas o carcinomas de células escamosas implica que los tumores sean más grandes y gruesos. Además, según la Sociedad Española de Oncología Médica de cada 10 melanomas aparecen en la piel, y de ellos, un 75-80% surge sin que haya habido un lunar previo.
“Además de poner en práctica las debidas pautas de prevención para proteger nuestra piel frente a la radiación solar, es importante acudir a un especialista para realizar una revisión de todos aquellos lunares o lesiones que podamos tener. Como ocurre con otros tipos de cáncer, el diagnóstico precoz es clave para un buen pronóstico. Por eso, es imprescindible tomar las precauciones adecuadas y sensibilizar a los pacientes sobre la importancia de realizar revisiones periódicas con un especialista médico”, indica la Dra. María Sánchez, e-Health Medical Manager en Cigna España.
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En la terraza también te quemas
Las quemaduras producidas por tomar el sol en la terraza pueden producir daños irreversibles. En las últimas semanas, muchas personas han estado tomando el sol en sus respectivas terrazas sin la debida protección solar. Uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo del cáncer de piel es la exposición prolongada e inadecuada al sol. Es fundamental evitar la exposición en las horas centrales del día y utilizar protección solar con el factor adecuado, renovándolo cada 2 horas, añaden desde Cigna.
Las calles también 'queman'. La intensidad de la radiación ultravioleta solar en la calle corresponde a índices muy altos. La desescalada está coincidiendo con el inicio del verano, época en la que la población llega a exponerse a diario a unos valores de radiación ultravioleta de 9 o 10, los más altos. A ello hay que añadir que este invierno ha sido más largo de lo normal para la piel y la evolución cutánea se ha visto alterada como consecuencia del confinamiento.
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La sobreexposición a la luz azul de las pantallas ha incrementado la pigmentación cutánea
La sobreexposición a la luz azul puede producir una activación de los melanocitos, que a su vez aumentan la melanina cutánea y puede dar lugar a una mayor pigmentación y un mayor envejecimiento de la piel. No obstante, según estudios recientes es necesario un tiempo de exposición superior a 48 horas seguidas para producir un aumento de la pigmentación cutánea. Aunque la luz azul no tenga tantos efectos negativos como la luz ultravioleta, los especialistas recomiendan moderar el uso de las pantallas y acudir a la consulta del dermatólogo ante cualquier lesión en la piel de aparición reciente.
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