Si te estás planteando perder peso pero no sabes por dónde empezar toma nota de esto: puedes adelgazar sin hacer dieta. Simplemente, revisando tus hábitos dietéticos e introduciendo pequeños cambios puedes lograr eliminar esos kilos que la cuarentena te ha hecho engordar.
Y es que muchas veces ganamos peso porque nos dejamos llevar por la comodidad de comer productos procesados o repetimos costumbres sin ser conscientes de que podemos estar cometiendo errores. Uno de ellos es el consumo de zumos de frutas. Tomar fruta es necesario, pero entera. Más adelante verás por qué.
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Añade siempre proteínas
Además de ser necesaria para la construcción de los tejidos y tener otras funciones esenciales en nuestro organismo, las proteínas te ayudan a perder peso. Por un lado, sacian y, por otro, ayudan a formar más músculos, con lo que si lo combinas con ejercicio físico te será más fácil adelgazar. Puedes optar por desayunar huevo, por ejemplo, un alimento saludable que, además, cuenta con muy pocas calorías. Un huevo hervido, por ejemplo, cuenta con unas 80 calorías.
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Come siempre alimentos naturales
Nos referimos a legumbres, cereales, pescados, carne, etc. Todos aquellos alimentos que no estén procesados. De esta manera eliminarás la mayoría de azúcares y grasas que no solo te harán engordar, también perjudican tu salud.
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Más fibra a tu dieta
Para perder peso, no te olvides de la fibra. Por sí misma no adelgaza. Sin embargo, sí ayuda a que te sientas más saciada y a comer menos. Eso sí, no te pases con ella. Un exceso de fibra puede provocar gases, dolor abdominal e, incluso, diarrea. Lo ideal es que consumas entre 25-30 gramos de fibra.
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Bebe agua
No solo es indispensable para la salud, sino que ayuda a combatir la ansiedad por comer y ayuda a perder peso. No es un mito. Un estudio publicado en la revista médica Frontiers in Nutrition así lo indica. La recomendación es beber entre seis y ocho vasos de agua al día. Asimismo, cuando sientas hambre, bebe antes agua. Es muy probable que lo que sientas, en realidad, sea hambre emocional.
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Añade especias a tus bebidas
En vez de azucarar tus infusiones preferidas, como el té, prueba a añadir especias. Es una excelente manera de eliminar el exceso de azúcar en la dieta. Además, algunas de ellas pueden ayudar a quemar más grasas. Es el caso de la canela, por ejemplo, que contribuye a estimular el metabolismo. También lo hace el cardamomo o la cúrcuma, que también quema más grasa. Aunque ten en cuenta que no se trata de plantas milagrosas.
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El placer de comer yogur
Los alimentos que contienen probióticos o bacterias 'amigas' como el yogur, no van a hacer que adelgaces, por sí solos, pero sí repercutirán en tu flora intestinal. Y una microbiota sana mejora el ritmo intestinal, combate el estreñimiento y refuerza tus defensas. Además, un yogur desnatado y sin azúcar, con un tres o cuatro nueces es tentempié sano que te ayudará a no llegar a las comidas principales con tanta hambre.
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No a los procesados
Si te das un capricho una vez al mes, no pasa nada. Pero si quieres perder peso y vivir de forma más saludable, deberías despedirte de llenar la despensa con productos que contengan, en su listado de ingredientes, más de cinco. En este caso, es probable que estés comiendo un alimento rico en grasas, en azúcares y que, a la larga, no solo te haga engordar, sino que aumente tus niveles de colesterol en sangre y el riesgo de sufrir enfermedades metabólicas.
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Cuidado con el azúcar oculto
Se puede esconder en productos que no sospecharías que lo llevan. Por ejemplo, en el saludable muesli para el desayuno, o las barritas de cereales para darte más energías. Por supuesto, los refrescos contienen grandes cantidades de azúcar, así como la fruta deshidratada, que hace que se concentre la cantidad de azúcar.
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Fruta sí, pero entera
Una de las recomendaciones de los expertos es que comamos todos los días fruta. Ahora bien, hacerlo en zumo no es una buena idea. No porque vayas a tomar más azúcar, sino porque se absorbe más rápido. Al tomar solo el jugo, desechas la fibra, que hace que los azúcares de estos alimentos se metabolicen más despacio y el nivel de glucosa en sangre no aumente tan rápido.
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Cuidado con las harinas refinadas
Cuando consumes alimentos refinados, como el pan blanco, te estás perdiendo la parte más nutritiva del grano de trigo que se consigue solo si se come entero. Además, algunos panes comerciales añaden azúcares al procesarlos. En la medida de lo posible, opta por las versiones integrales de estos alimentos.
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Lávate los dientes
Aunque parezca un consejo banal, lavarse los dientes después de comer o cenar puede ser un buen truco para no seguir picando. Y es que tras la comida podemos vernos tentados a tomar chocolate u otros dulces que no harán más que aumentar la ingesta calórica. Además de hacernos consumir más productos procesados.
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Haz ejercicio
El ejercicio físico es importante para mantener un peso óptimo, así como una buena masa muscular que permita quemar más grasa. Es aconsejable que se combinen los ejercicios de cardio (correr, saltar a la comba, bicicleta), con ejercicios de resistencia o ejercicio funcional. Estos permiten fortalecer y aumentar músculo, indispensable para adelgazar haciendo ejercicio.
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Aprende técnicas de rejalación
Cuando estamos haciendo dieta para perder peso o restringimos la cantidad de comida que solemos consumir, podemos experimentar mal humor. Para evitarlo, puedes introducirte en técnicas de relajación como la meditación. Te ayudarán a mantener la calma. Son varios los estudios que lo confirman. Por ejemplo, un trabajo realizado por el departamento de Psicología de varias universidades observó que la meditación basada en mindfulness o atención plena ayuda a las personas que sufren obesidad.
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