La situación de pandemia y crisis sanitaria y económica que ha provocado este coronavirus ha aumentado los niveles de angustia y miedo en la población. La ansiedad es un sentimiento que puede aparecer en momentos de incertidumbre, cambios radicales o un estrés profundo. Es una reacción adaptativa que, si no se convierte en un trastorno severo, puedes calmar con estos remedios caseros.
De hecho, recurrir a las plantas, la naturaleza y sacar partido a todas las herramientas de gestión emocional que tenemos a nuestro alcance, nos ayudará a salir más reforzados de este momento tan duro en la historia de la humanidad.
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Valeriana
Las infusiones ayudan a estabilizar el estado de ánimo. Su efecto no es inmediato, para notar cambios debes consumirlas de manera habitual, una o dos tazas al día. Produce somnolencia, por lo que se aconseja beber antes de acostarse. Se recomienda que las mujeres embarazadas no la consuman.
Tila
La recomendación de tu madre sobre tomarte una taza de tila antes del exámen era tan cierta como efectiva. No solo tiene propiedades calmantes de la ansiedad, también se la emplea para calmar la tos, los dolores de cabeza y por su poder sedante. Se aconseja no beber más de dos tazas al día, con una diferencia de, como mínimo, siete horas entre una y otra.
Pasionaria
La infusión de pasionaria tiene propiedades calmantes y relajantes. Se utiliza desde hace años por sus efectos sedantes y analgésicos. Su ingesta suele producir un suave estado de euforia, aunque también se utiliza para el dolor de cabeza o los síntomas más frecuentes del estrés, insomnio o malestar generalizado.
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Manzanilla
Aunque asociamos a la manzanilla como una infusión para mejorar la digestión, tiene componentes que ayudan a reducir el estrés. Tiene propiedades calmantes tanto para el aparato digestivo como para el aparato nervioso. Ayuda a combatir el estrés, los síntomas de ansiedad y algunas enfermedades metabólicas.
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Yoga
La práctica habitual de esta disciplina milenaria reduce el nivel de cortisol, hormona que libera nuestro organismo como respuesta a los momentos de estrés. Además de ayudarnos a controlar la ansiedad, el yoga brinda herramientas para la armonía física, mental y espiritual. El ejercicio, aunque sea moderado, favorece la liberación de serotonina y endorfinas, hormonas que nos producen sensación de bienestar.
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Meditación
La meditación es una práctica que está ligada a la vida en armonía, contemplativa y sana. Propicia un conocimiento superior de nuestra persona ayudándonos a identificar sentimientos y emociones y a descubrir cómo gestionarlas. Su práctica habitual ayuda a eliminar los pensamientos negativos y a sentir que eres capaz de controlar tu estado de ánimo.
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Garbanzos
Los garbanzos son un alimento tan completo como nutritivo, contienen potasio, fibra, vitamina C, Vitamina B6. Los garbanzos son ricos en triptófano que ayudan a reducir los niveles de ansiedad y a conciliar el sueño. Desde hummus hasta snacks, cualquier sea la preparación que elijas estarás ayudando al organismo a combatir la ansiedad.
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Limón
Las infusiones de limón se utilizan desde la antigüedad por sus principios antioxidantes y purificadores. En la actualidad, utilizamos el limón también con el objetivo de reducir el nerviosismo y el estrés. Esta fruta aporta vitamina C y es un potente remedio contra la fatiga y el cansancio crónico.
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Elimina los productos procesados
Una dieta sana y equilibrada ayuda a combatir la ansiedad y las consecuencias físicas que esta podría ocasionarnos. Reduce el consumo de azúcar, bebidas con alcohol y la cantidad de café que bebes al día. Ten en cuenta que la mayoría de productos procesados llevan azúcar, por lo que no basta con quitar solamente la cucharada de azúcar que le agregamos al café. Volver a la comida casera, con productos de temporada, y organizando el menú de la semana es una buena opción si quieres calmar la ansiedad.
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Trabaja con las manos
Las manualidades ayudan a canalizar la ansiedad y a conectarnos de una manera especial con nuestros sentimientos. Además de conectar con nuestro costado más creativo, ayuda a eliminar tensiones y esto favorece la aparición de pensamientos nuevos, liberadores. Si el trabajo manual lo prácticas de manera grupal, los beneficios se potencian. Las clases de tejido, pintura, cerámica o bordado pueden ayudarte a controlar la ansiedad y sus efectos secundarios como el insomnio, la fatiga y el mal humor.
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