Desde que se decretara el estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus, todos tenemos la misión y responsabilidad de quedarnos en casa. Aunque la ansiedad, las preocupaciones o el miedo sean reacciones habituales ante esta insólita situación, tenemos que tratar de mantener la calma e introducir actividad en nuestro día a día. Afortunadamente, existen numerosas prácticas que podemos realizar desde casa, sin necesidad de disponer de ningún tipo de material, y que garantizan el bienestar, tanto físico como mental. Una de ellas es el pilates, un método de ejercicio y movimiento diseñado para estirar, fortalecer y equilibrar el cuerpo, que esconde un sinfín de beneficios. Regálate unos minutos al día y encuentra en sus bondades una verdadera herramienta de desconexión y paz. Hemos seleccionado algunas posturas que te vendrán fenomenal para estirar en estos días en los que tenemos menos actividad y pasamos demasiadas horas sentados. ¿Te animas?
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Nos tumbamos sobre la esterilla boca abajo con las palmas de las manos apoyadas en el suelo, los codos alineados a ambos lados del cuerpo y las piernas relajadas y ligeramente separadas. Desde esta posición, elevamos poco a poco el tronco con ayuda de los brazos. Mantenemos la cabeza alineada con la zona cervical, la mirada al frente y aguantamos unos segundos antes de regresar a la posición inicial.
Entrelazamos las manos y estiramos los brazos hacia arriba alargando el cuerpo. Aguantamos en esta posición unos segundos e inclinamos el cuerpo hacia la derecha, manteniendo las manos entrelazadas y los brazos completamente estirados. Aguantamos unos segundos, regresamos a la posición inicial y hacemos el mismo movimiento con el lado contrario.
Nos sentamos en el suelo, juntamos los pies y abrimos las rodillas. Desde esta posición, estiramos una pierna y tratamos de sujetar el pie con la mano de ese mismo lado. Aguantamos unos segundos, regresamos a la posición inicial y realizamos en mismo movimiento con el lado contrario.
Nos sentamos en el suelo, juntamos los pies y abrimos las rodillas. Con la espalda recta y la mirada al frente, estiramos los brazos hacia atrás, entrelazamos los dedos de las manos y hacemos fuerza, hasta tener los brazos completamente estiramos. Aguantamos unos segundos y regresamos a la posición inicial
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De pie, estiramos una pierna y apoyamos el talón en el suelo. Con la mano, cogemos la punta del pie y estiramos. Presionamos fuerte el talón contra el suelo y aguantamos unos segundos. La punta empuja hacia afuera y nosotros hacia adentro. Aguantamos unos segundos en esta posición, regresamos a la posición inicial y hacemos lo mismo en el otro lado
Nos colocamos en posición de plancha, con los brazos estirados a la altura de los hombros y las piernas abiertas. Desde esta posición, elevamos una pierna, tratando de mantener el abdomen firme y la espalda recta. Aguantamos unos segundos, regresamos a la posición inicial y hacemos el mismo movimiento con la pierna contraria.
Nos colocamos sobre la colchoneta en posición de cuadrupedia, apoyando las los codos sobre el suelo. La cabeza tiene que estar alineada con la zona cervical y la espalda recta. Desde esta posición, elevamos una pierna y tratamos de mantenerla en el aire y estirada, mientras hacemos fuerza con el abdomen. Aguantamos unos segundos en esta posición y hacemos el mismo estiramiento con la pierna contraria
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