La piel es el órgano más grande del cuerpo, uno de los más importantes y el que más sufre los cambios estacionales. Una de las curiosidades de la piel es la diferencia de grosor dependiendo de la parte en la que se encuentre, así mientras que la piel de los párpados tiene una medida de 0,5 milímetros, en la palma de las manos o la planta de los pies puede alcanzar 1 mm o más. Su cuidado es harto importante tanto en hombres como en mujeres y no solo por estética. Limpieza e hidratación es la base para estar bien y lucir una piel sana y cuidada, aunque la alimentación y los hábitos de vida saludable también inciden en tener o no un cutis óptimo. Aunque los expertos recomiendan cuidar la piel en centros especializados, es de vital importancia mantener esos cuidados en nuestro domicilio, algo que tenemos al alcance de la mano con productos incluidos en nuestra bolsa de la compra.
Ingredientes naturales
Con la llegada del frío la piel suele resentirse debido a la exposición a las bajas temperaturas, por lo que lo normal es que se nos reseque y pierda luminosidad. La hidratación es, en esta época del año, algo fundamental tanto de manera interna como externa gracias a cremas y, cómo no, mascarillas que nos den ese plus de agua que necesitamos. Pero también es importante tener claro que hay que realizar una limpieza diaria, tanto al levantarse como antes de acostarse, y saber que una buena hora para aplicarnos los tratamientos es entre las 20:00 y las 21:00 para que así mascarillas, serums y demás productos hagan el efecto esperado.
Las mascarillas están más de moda que nunca. La evolución en los componentes ha sido clara a lo largo del tiempo y, si antaño las de arcilla eran la panacea en cuanto a cuidarse la piel en casa, los ingredientes naturales y respetuosos con el medio ambiente han tomado la delantera. Aguacate, pepino, miel, o frutas son algunos de los productos con los que hacernos nuestra mascarilla casera y por qué no, dedicarnos un buen rato en una improvisada beauty session a domicilio.
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Preparar la piel para el tratamiento
Exfoliante: la exfoliación es recomendable realizarla dos veces por semana. Un exfoliante ideal es el que haremos mezclando avena y azúcar, lo aplicaremos haciendo círculos suavemente y terminaremos limpiando el rostro con leche.
Limpiadora: nuestro 'oro líquido' es mano de santo en todos los sentidos, incluyendo el cuidado de nuestra piel. Y muy especialmente si tu piel necesita una hidratación extra. No hay mejor limpiadora que el aceite de oliva. Eso si, no es aconsejable para aquellas personas con piel grasa o con tendencia al acné. Con unas pequeñas gotas impregnadas en un algodón realizaremos una limpieza perfecta para nuestro cutis.
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Mascarillas caseras al alcance de todos
De aguacate: cuando tenemos el cutis deshidratado (aunque nuestro tipo sea mixto o graso) el aguacate será nuestro mejor aliado para poner remedio. Su riqueza en hierro y potasio son ideales para hidratar, pero además la vitamina A es ideal para el tratamiento del acné y otros problemas de la piel. Triturando medio aguacate y mezclándolo con una cucharada de zumo de limón, dos de zumo de zanahoria y una de nata realizamos una mascarilla superhidratante, quedejaremos actuar durante 20 minutos. Al finalizar el tratamiento, limpiaremos con agua templada.
De plátano: el plátano puede suplir al aguacate, así que otra mascarilla que combate la deshidratación del cutis es la que realizaremos machacando un plátano y junto con una cuchara de miel y cinco de avena haremos una pasta uniforme. La aplicamos teniendo especial cuidado de no hacerlo alrededor de los ojos y dejaremos que actúe 15 minutos. Transcurrido este tiempo, bastará con retirarla con agua templada.
De yogur: el yogur es uno de los elementos que mejor solucionan los problemas de un cutis deshidratado. El yogur griego es la mejor elección para prepararnos nuestra mascarilla a la que añadiremos una cucharada de miel para obtener hidratación y luminosidad en el mismo tratamiento. Aplicaremos nuestra mascarilla con el rostro bien limpio y dejaremos actuar al menos 20 minutos, para después retirar con agua tibia