Las consecuencias del cambio climático ocasionan graves problemas de salud, ha aumentado la mortalidad a raíz de la modificación extrema de las temperaturas y ha cambiado la distribución de las enfermedades infectocontagiosas. La Organización Mundial de la Salud (ONU) asegura que la concentración en la atmósfera de dióxido de carbono ha aumentado más del 30 % desde el siglo XVIII.