El miedo a que nuestra pareja nos deje es un sentimiento más habitual de lo que llegamos a admitir, y generalmente lo entendemos como la consecuencia natural de la importancia que le damos a nuestra relación y del lugar tan importante que la otra persona ocupa en nuestra vida. Y visto así, no es extraño que temamos perder aquello que amamos, en este caso a nuestra pareja. El problema llega cuando en una relación sufrimos más de lo que disfrutamos porque nos invade la angustia de pensar en que todo se puede acabar, y nos olvidamos de vivir el presente para sumergirnos en los altibajos que esta incertudembre constante genera en nuestro ánimo.