El jamón ibérico entra en esa exquisita categoría de alimentos que le gustan -y mucho- a todo el mundo. Cada bocado provoca un auténtico placer en nuestro paladar, ya lo tomemos solo o acompañado de pan y aceite, con un poquito de tomate, en bocadillo, revuelto con huevos en la sartén… sea como sea, el jamón ibérico hace del cerdo un animal digno de estar en un pedestal. Además, se trata de un producto propio de nuestra península que tenemos a nuestro alcance en cualquier tienda de alimentación y supermercado.