Miedo a la piel
Tenemos cierto reparo a comer la piel de mayoría de vegetales, sobre todo de las verduras y hortalizas, porque con la fruta parece que hay algunas excepciones claras, como la manzana, que sabemos que podemos comerla con piel, independientemente de que lo hagamos o no. Pero lo más habitual es que la textura, grosor y sabor amargo de los vegetales, además de la posibilidad de que contengan pesticidas, no nos ayude a valorar los beneficios que pueden encerrar la piel de determinados alimentos.
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