Muchas veces el trastorno obsesivo compulsivo por limpieza, desorden o contagio puede pasar desapercibido porque no se ve mal que una persona ordene sus camisas por colores, formas, o tenga la estantería de libros perfectamente organizada por tamaños, lomos, etc. Sin embargo, sí interfiere en la vida personal, social o genera conflictos de pareja debería ser consultado a un especialista en psicología.