Nuestras emociones se manifiestan en nosotros a través de reacciones fisiológicas. Solemos asociar el estrés y la ansiedad a un estado generalizado de nervios, a los pensamientos negativos que invaden nuestra mente o al insomnio. Los síntomas dependen de cada persona y de cada situación, pero por lo general es muy fácil reconocer que la ansiedad está alterando nuestra actividad vital.