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Cambio climático

El aumento de las temperaturas en el planeta propiciado por la crisis climática está acabando con las estaciones intermedias, la primavera y el otoño, y que los cultivos de ciertas especies vegetales dejen de ser posibles en su hábitat original. Esto hace que muchos alimentos de uso común que creíamos eternos puedan desaparecer en un futuro cercano. Además, hay que sumar la contaminación y la extinción de algunas especies de animales que cumplen un papel fundamental en la polinización. 

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Aguacate

Se le llama el “oro verde de México” y no es para menos, su cultivo se ha hecho tan popular que se consume en todo el planeta y en cantidades ingentes. El aguacate tiene un sabor muy suave, que marida muy bien con casi cualquier alimento, y además aporta grasas saludables muy beneficiosas para nuestro colesterol y para prevenir enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, esta gran popularidad está sobreexplotando los cultivos de México, propiciando una deforestación de pinares en este país, que aporta el 80% de los aguacates que se consumen en todo el planeta. El aguacate, además, es una fruta que necesita mucha agua para crecer, y esto también pone en peligro su subsistencia, pues se estima que en un futuro cercano la carencia de agua será una alerta mundial.

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Plátanos

Ha surgido un hongo que afecta gravemente a las plantaciones de plátanos y que se extiende por todo el planeta. Se trata del llamado mal de Panamá y afecta fundamentalmente a la variedad de plátano cavendish, a la que pertenecen el 99% de los plátanos que se consumen en todo el mundo. Se trata de un hongo muy agresivo que ya ha mutado, y que se denomina de forma genérica como tropical race 4 (TR4). Cuando el hongo llega a un plantación ya nada se puede hacer por salvarla, y la única opción es erradicar todas las plantas, para asegurar que el hongo no pervive y se contagia a otras plantaciones. 

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Chocolate

Es muy probable que en el año 2050 vivamos en un planeta sin chocolate. Hoy en día el cacao surge de dos zonas muy concretas, Ghana y Costa de Marfil, y el progresivo e imparable aumento de las temperaturas a raíz de la crisis climática provocará seguramente que en los próximos 30 años el cultivo de esta preciada planta sea imposible en el planeta Tierra. 

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Café

Según un trabajo de investigación del World Coffee Research, se estima que las zonas productoras de café arábiga se verán muy perjudicadas por la crisis climática y, muy problablemente, no puedan seguir produciendo café dentro de unas décadas. Las abejas también tienen mucho que ver con este problema, pues el 25% de la producción mundial de café está en manos de la polinización de estos insectos. El calor podrá arrasar la población de abejas y hacer insostenible el cultivo misma de estas plantas, pudiendo acabar con el 88% de las áreas de plantación cafetera de sudamérica.

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Pez espada

Otra especie marina que ve amenazada su existencia de forma inminente es el pez espada, que sufre una sobreexplotación en los caladeros y que, además, es capturado de forma ilegal en muchos lugares del planeta, lo que multiplica el riesgo de su extinción. El problema, además, es que muchas crías son capturadas por error y no son devueltas, por lo que los bancos de pez espada no se reponen y se corta así el ciclo reproductivo de este pez.

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Miel

Una de las crisis ecológicas más dramáticas a las que se enfrentará la vida en el planeta tierra tiene que ver con la desaparición de las abejas. La población de estos insectos lleva décadas disminuyendo, como consecuencia del uso de productos tóxicos de todo tipo de aplicaciones agrarias e industriales que han mermado los hábitats de naturales de las abejas. Sin ellas no habrá miel, lo cual es importante, pero lo cierto es que sin las abejas desaparecerá el 90% de los alimentos vegetales que consumimos hoy en día, más de 100 especies vegetales que necesitan de la polinización que solo pueden realizar las abejas.

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Cultivos de trigo, maíz y arroz

Según una investigación publicada en Nature Climate Change, se cree que la producción mundial de arroz, maíz y trigo están en peligro, lo cual es altamente preocupante porque estos cereales constituyen la base primordial de carbohidratos de la alimentación mundial, alcanzando el 51% de las calorías que se ingieren por los seres humanos de todo el mundo. Las tierras que desde hace siglos han sido las indicadas para el cultivo de estos cereales dejarán de serlo y cederán el testigo a otras, situadas ahoras en zonas algo más frías.

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Atún rojo

Aunque los alimentos de origen vegetal son los que más sufrirán las consecuencias de la crisis climática, la fauna marina también verá su existencia muy comprometida por la sobreexplotación de los mares, la contaminación y el propio cambio climático. La alta demanda de atún rojo, por ejemplo, es un peligro para la existencia de este pez, que empieza a desaparecer de los mares y ya apenas queda un 15% de los ejemplares de los que disponíamos hace unas décadas.

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Vino

Los viñedos son plantas muy sensibles a la temperatura. De hecho, los mejores vinos del mundo se dan solo en zonas geográficas muy determinadas que mantienen unas condiciones térmicas y del terreno muy concretas. A raíz de la crisis climática, dentro de varias décadas es muy poco probable que existan vinos merlot, cabernet, chardonnay ni syrah. De hecho, en las últimas tres décadas ya se han detectado cambios sustanciales en los periodos de floración que afectan a los tiempos de vendimia: cuanto de menos tiempo de maduración se dispone, más posibilidades hay de que la uva no llegue a poder ser utilizada en el vino, pues suben sus niveles de azúcar y se pierde la acidez.

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