Procesados cárnicos (cuanto menos, mejor)
Puede que muchos alimentos procesados elaborados con carne los hayamos visto en casa desde siempre, como el chorizo, los patés o las salchichas. Sin embargo, la composición de la mayoría ha cambiado mucho a lo largo de los últimos años, buscando un precio más competitivo, mayor sabor y conservación, lo que ha hecho que los aditivos de estos productos hayan ido a más. Actualmente, muy pocos productos cárnicos se privan de presentar un exceso de sal en su composición, así como grasas saturadas y colesterol.
Leer: ¿La carne blanca es igual de perjudicial para el colesterol que la roja?