Una de las claves para aumentar la vitalidad es seguir una dieta equilibrada, en la que no se prescinda de ninguna de las comidas principales y, menos aún, del desayuno. Los estudios aseguran que quienes toman cereales, como pan, grasas saludables, como aceite, y proteína que se puede encontrar, por ejemplo, en el pavo, tienen un mayor índice de vitalidad. Si además se incluye fruta fresca, como kiwi, rico en vitamina C, sus beneficios se multiplican. Toma nota de algunas formas de introducir este alimento en tu desayuno.