A veces el ritmo de vida actual no permite tiempo para pensar en lo que realmente necesita nuestro cuerpo, y aunque muchos hábitos diarios son claramente perjudiciales para nuestra salud y hacen que nuestras horas de gimnasio y de dieta no sirvan de nada, parecemos empeñados en hacer caso omiso a los buenos hábitos que pueden marcar la diferencia.