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Manzana

La fibra soluble de la manzana es uno de los elementos laxantes más poderosos, pues se trata de una papilla con textura lubricante. Se llama pectina, y es un hidrato de carbono que puede cumplir esta función porque no es absorbido por el intestino. Este hidrato retiene agua, por lo que ayuda a luchar contra la sequedad del tracto. Sin embargo, la manzana no solo es laxante, sino que de la misma forma también resulta astringente. Es por tanto un alimento regulador del ritmo intestinal, pues el efecto de la pectina se compensa con los taninos, que ayudan a desinflamar la mucosa intestinal y a secarla para evitar la diarrea.

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Naranjas y mandarinas

Aquello que hace laxante a algunos cítricos, como las naranjas y las mandarinas, no es su zumo. Así que si quieres beneficiarte de esta cualidad no basta con que la bebas, porque el poder laxante está en el bagazo de la naranja, que es el resto que queda atrapado en el exprimidor cuando hacemos un zumo, una fibra que ayuda a poner en marcha al intestino.

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Papaya

Su alto contenido en agua y fibra la convierten en un gran dinamizador de tu sistema digestivo. Y al igual que la manzana, resulta de la misma forma astringente, pues no aporta solo fibra soluble, sino que ayuda a regular el sistema digestivo de forma general, evita las diarreas, mejora la digestión y contribuye a la flora intestinal. Entre sus beneficios también se cuentan que es antioxidante, cicatrizante, analgésica y antiséptica.

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Aguacate

Esta fruta tiene dos ventajas nutricionales que constituyen su gran poder laxante, pues por un lado dispone de un alto contenido en fibra. De hecho, por cada 100 gramos de aguacate que consumimos estamos ingiriendo 6 gramos de fibra. Además, es rico en grasas, lo que hace que las heces transiten con mayor facilidad por el tracto intestinal. De estas grasas que contiene, el 72% es ácido oleico, el mismo que el del aceite de oliva. Además, es rico en potasio, magnesio y sodio, que estimulan la actividad muscular y nerviosa, y que también favorecen los propios movimientos intestinales.

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