Vigila la temperatura de tu frigorífico
La temperatura ideal para que los alimentos se conserven frescos son 5ºC. Si mantienes el termostato estable ahorrarás energía y los alimentos no sufrirán variaciones en su cadena de frío. Además, ten en cuenta que cuando abres la puerta estás imponiendo un cambio de temperatura en el interior de la nevera, por lo que conviene no abusar de abrir y cerrar la puerta.