Además de la pérdida de audición, los altos niveles de ruido provocan problemas psicológicos, como insomnio, estrés o ansiedad, pero también fisiológicos, como aumento de la frecuencia cardíaca o colitis
Dificultad en el descanso, bajo rendimiento, irritabilidad, falta de concentración, malestar, ansiedad o estrés son solo algunos de los síntomas que generan los altos niveles de decibelios.