Este es un ejemplo de producto alimenticio que suele ser tomado en cuenta como muy saludable, cuando realmente su composición podría extrañarnos si miramos con lupa sus ingredientes. Entre ellos el más perjudicial es el azúcar, pues aunque los fabricantes saben que cuando compramos yogures pretendemos alimentarnos con un producto saludable, la forma de hacerlo rico es aumentar su sabor y darle un toque diferenciado, y eso se hace con azúcar.