Puede que recuerdes la frase popular “somos lo que comemos”, porque sin duda los nutrientes de los alimentos son los que hacen que nuestro cuerpo se regenere y se mantenga vivo. Sin embargo, no está de más tener en cuenta que algunos de los alimentos que nos llevamos a la boca producen un efecto secundario, y no solo somos lo que comemos, sino que nuestro olor corporal y bucal varía en función de los nutrientes que ingerimos, que hacen que nuestra sudoración modifique su aroma.