El ser humano es un animal extraño, porque parece preferir encerrarse durante horas en el gimnasio antes que hacer ejercicio físico en la calle, donde su esfuerzo recompensa al planeta. Porque cuando caminas y montas en bicicleta, estás ayudando energéticamente al planeta, no dependiendo de medios de transporte que consumen gasolina o energía eléctrica. Pero, además, estás beneficiándote de este ejercicio de forma gradual, en vez de pasar horas haciendo ejercicios aeróbicos en el gimnasio.