Todo aquello que sirve para expresarnos con el mundo que nos rodea se convierte en una herramienta para definir nuestra identidad. De la misma manera que la ropa que llevamos y nuestra forma de hablar están demostrando a los demás cuál es nuestra personalidad, lo que simboliza tu casa también es un rasgo muy importante, no sólo para descubrir tu grado de autoestima, sino para potenciarlo.