Cuidar la salud de tus riñones pasa por un buen control de la tensión arterial. Cuando vayas a tomarte la tensión en tu casa, hazlo en un lugar tranquilo, intenta hacerlo a primera hora de la mañana y antes de desayunar. Siéntate sin cruzar las piernas y deja el brazo reposando sobre la mesa. Tómatela hasta tres veces dejando pasar entre medición y medición al menos dos minutos.
El control de la glucosa es también fundamental, puesto que uno de los efectos secundarios de la diabetes es el daño renal. Cuida tu dieta, haz ejercicio físico regular y moderado y no te saltes la medicación ni las visitas al médico.