Nuestro cuerpo es una máquina inteligente pensada para esta en contínuo movimiento. La vida sedentaria de trabajo intelectual y de nula actividad física a la que se nos conduce no tiene nada que ver con las actitudes físicas que nuestro organismo demanda. De esta forma, va en contra de la propia naturaleza que nuestra forma de vida actual no nos exija ningún tipo de esfuerzo físico para desplazarnos, conseguir la comida, protegernos de las amenazas…