En el difícil viaje de educar a nuestros hijos es fácil que nos asalten las dudas sobre si algunas de sus reacciones son normales o quizás podríamos consultar a un profesional de la psicología que nos ayude a saber si necesita ayuda. Este trayecto es igual de sorprendente e intenso para ti como para el niño pues, aunque no seas primeriza, no hay dos niños iguales y los conflictos, temores y rasgos del carácter que presentan son siempre diferentes y alimentan nuevos retos.