El plástico ya forma parte de nuestra alimentación. Después de varias décadas escuchando que podríamos estar saturando al planeta de este material, que no es biodegradable y por tanto nunca desaparecerá del todo, se está comprobando cómo los mares contienen ya tanto plástico que acaba convertido en trozos microscópicos y se incorpora a la dieta común de los peces. Y de ahí a nuestro estómago.