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La manzana y el famoso refrán inglés

Cuando consumimos manzanas estamos obteniendo un nutriente llamado pectina, que es un hidrato de carbono que funciona como depurativo natural que no es absorbido por el intestino por su alto contenido en fibra soluble. La pectina funciona reteniendo el agua y pasando a una forma similar a la de un gel que transita por el intestino absorbiendo y reteniendo las toxinas, y abocándolas a ser eliminadas con las heces.

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El súper poder de los cítricos

La piel de los cítricos contiene un terpeno que funciona como estimulante depurativo del hígado y de la vesícula biliar. Hace que las enzimas hepáticas se activen y potencien la eliminación de grasas perjudiciales y toxinas, lo cual es siempre muy positivo, y no solo ante excesos alimenticios, sino que este beneficio para nuestra salud resulta muy positivo durante todo el año. Porque reduciendo estas toxinas en el hígado estamos ayudando a su funcionamiento general, dado que ponemos a cero la acumulación de grasas en este. Además, estamos facilitando un flujo adecuado de la bilis, que es responsable de la depuración de nuestro aparato digestivo.

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Alcachofas de choque

El hígado agradece que consumas alcachofas, especialmente cuando has realizado ciertos excesos en estas fiestas, porque aportan un alto contenido de cinarina, que es la responsable de el sabor amargo de la alcachofa y también es la sustancia que ayuda a estimular de la producción de bilis, y que ayuda a digerir y acabar con la grasas. Además, viene acompañada de ácidos málicos y cítricos, que potencian la cinarina.

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