Si pudiéramos tomar nota de cada discusión de pareja que mantenemos a lo largo del año y con esa información formáramos un gráfico, probablemente veríamos que las discusiones se arrastran por nuestro calendario como borrascas uniformes, que entran en nuestro clima de pareja en masa y luego arrecian. Las discusiones de pareja tienen un componente cíclico y la empatía tiene mucho que ver con esto.