El apio pertenece a la misma familia del perejil y la zanahoria y es un alimento autóctono de la cuenca mediterránea que ha acompañado a las civilizaciones egipcias, griegas y romanas desde épocas ancestrales. Era incluso la hortaliza que se les ofrecía a los dioses en las ceremonias religiosas griegas, porque ya entonces se comprendían los beneficios que aporta.