La vida siempre nos pone a prueba cuando menos lo esperamos y nos plantea situaciones difíciles o dolorosas de las que no podemos escapar. Cuando llegan esos momentos, podemos sentir que hemos fracasado o que la vida nos castiga de alguna manera. Pero también podemos afrontar la situación y salir fortalecidos de ella. En ese caso estaremos teniendo una actitud resiliente, que sin duda es la que nos vendrá mejor en cualquier momento difícil de nuestra existencia, y que podemos potenciar y desarrollar en nuestro día a día.