"La importancia de mantener las fosas nasales hidratadas es vital, tanto para evitar cuadros gripales y otras patologías, como para acabar con los mismas. Al menos una vez al día, debemos humedecer las fosas nasales, especialmente en zonas de clima muy seco, donde la suciedad puede pegarse más a las paredes internas. Tenemos que saber cómo limpiarlas y despejarlas para mejorar y facilitar la respiración. Esto lo conseguimos utilizando los productos y procesos adecuados. El uso del lavado nasal mediante spray está justificado por la limpieza mucociliar a través de la hidratación de la cavidad nasal y por la evacuación de material incrustado, lo que favorece además la retirada de bacterias y otros microorganismos patógenos, y aumentando la probabilidad de un pronóstico positivo", recuerda el doctor Guillermo Gosalbez, adjunto de Dirección Médica de Laboratoires Quinton.