Basamos todos nuestros esfuerzos para conseguir un peso ideal en la pérdida de grasas y en la tonificación de los músculos pero, sin embargo, descubrimos que existe otro tipo de peso sobrante que no es fácil perder: los líquidos retenidos. Y aunque los líquidos parecen menos perjudiciales que las grasas, constituyen una variable muy a tener en cuenta a la hora de perder peso.