El temor a perdernos alguna novedad forma parte de nuestro ADN social. Necesitamos sentir que formamos parte de un grupo conociendo aquello de lo que se habla y estando al día tanto de las cuestiones importantes como de las más nimias. Esto ocurre tanto en un pequeño grupo de personas como en el mundo digital, donde con las redes sociales todos formamos parte de un torrente de ideas que se comparten, comentan y cambian a la velocidad del rayo.