Hasta hace muy poco reutilizar las botellas de plástico para rellenarlas de nuevo con agua era un síntoma de reciclaje, porque dándole un uso prolongado a un plástico de usar y tirar podríamos estar evitando consumir más. Porque, siendo realistas, la mayoría de las veces cuando consumimos agua mineral lo que realmente estamos adquiriendo es un envase cómodo de llevar con agua disponible, y no tanto la calidad del agua, pues en la mayoría de provincias españolas el agua del grifo y la embotellada es muy similar.