Un reciente estudio acaba de demostrar que existe una leve evidencia entre el consumo de leche desnatada y el acné de tipo inflamatorio. Por el contrario de lo que cabría esperar, no es la grasa si no la proteína de la leche el factor determinante
La investigación sugiere que la hipótesis principal se debe al menor poder saciante de la leche desnatada, por lo que se tiende a beber más, con lo que además aumenta la ingesta de proteina, relacionada con la producción de testoterona y, por tanto, de la producción de sebo