A día de hoy romper una relación es más complejo que dejar de verse o de convivir en la misma casa. Gracias a las redes sociales vivimos en un mundo que nos permite estar conectados de manera constante con infinidad de personas, pero que también complica las rupturas amorosas. Las redes sociales pueden convertirse en una auténtica tortura cuando una relación termina, y es importante saber manejarlas.