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Quien canta, sus males espanta

La música nos hace vibrar, nos transporta a otras épocas y nos ayuda a evocar sentimientos que a veces consideramos dormidos. Escucha más música, y hazlo siempre que quieras, pero hazlo aun con mayor razón cuando necesites un empujón de autoestima. No te dejes amedrentar por las canciones púramente melancólicas y busca las energéticas, las que te hacen volar. Cántalas y sácalas de tu intimidad. No temas tararearlas y permitir que te acompañen.

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Me paso el día bailando

Mueve las emociones moviéndote tú. Busca el baile, que tu cuerpo salga de la rutina, de las constricción cotidiana. Enseña a tus músculos otras partituras bailando allá donde estés. Busca clases de baile de salón, apúntate a zumba: siente cómo quemas grasa, como tu cuerpo busca el equilibrio y se expresa.

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Pinta la vida de tus colores

Prueba a dibujar. Imagina cómo te dibujarías a ti misma. Coge un lápiz y un papel. ¿Qué tipo de rasgos harías? Si la respuesta es un dibujo muy esquemático: un círculo con pelo, ojos nariz y boca, debes saber que los psicólogos evalúan el estado de ánimo por medio de los dibujos, en función de su sencillez. Si te dibujas a ti misma con cuatro rasgos muy esquemáticos es porque (probablemente) tienes muy baja autoestima y no te sientes muy a gusto expresándote.

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Escribe, suéltalo todo

La escritura es una forma maravillosa de auto-análisis. Escribe largo y tendido sobre tu opinión de la vida. Puede ser un diario, o puedes darle una estructura ajena, como si fuera ficción. Representa el mundo a través de tu mirada y permítete impostarte, inventarte, e ir más allá. 

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