Si el ginecólogo observa un quiste en el ovario, realizará un seguimiento para ver si crece, disminuye o desaparece, puesto que, en la mayoría de los casos, los quistes funcionales, que son los más comunes, tienden a desaparecer de forma espontánea. Si tiene alguna sospecha, realizará más pruebas de imagen y un análisis de sangre con un marcador tumoral específico para el cáncer de ovario, el CA-125.