Es importante aprender a gestionar las emociones para hacer frente a las adversidades de la vida. La buena alimentación, el ejercicio físico y, muy importante, la realización de actividades que ayuden a relajarse como el yoga o la meditación pueden convertirse en un buen salvavidas cuando estemos atravesando momentos díficiles, de duelo o de mucho estrés y así evitar que la tristeza acabe convirtiéndose en depresión.