Por encima del cambio climático o de los alimentos transgénicos, el plástico está contaminando el planeta a marchas agigantadas, pues varios estudios han revelado que el agua potable que se consume en el planeta ya tiene microfibras plásticas. Son partículas nanométricas, pero tu cuerpo las ingiere cada vez que bebes un vaso de agua. Y es que cada gramo de plástico que se produce no desaparecerá del planeta jamás, sino que solo se puede llegar a descomponer en partes menores, incluso microscópicas. Pero el problema sigue ahí.